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GITHINJI GITAHI | Premio "Princesa de Asturias" de Cooperación Internacional

"Invertir en salud pública no es una opción, es una obligación"

Githinji Gitahi. MUEL DE DIOS

Donde muere la inocencia... comienza la esclavitud. La mutilación genital femenina, que acaba con la infancia de miles de niñas cada año puede considerarse una forma más de cautiverio. La iglesia Copta de Alejandría, un grupo cristiano ortodoxo con sede en Egipto, el noreste de África y el Medio Oriente, la define como "necesaria" e incluso "noble", una práctica "más deseada por los maridos". Ante semejante argumentación Githinji Gitahi, director general de Amref Internacional, lanza una advertencia: "Muchos países han adoptado leyes para ilegalizarla pero la práctica no se erradica con leyes, hay que involucrar a las comunidades para que entiendan que hay que eliminar esa acción dañina". Han logrado, señala entre los méritos de la organización galardonada con el premio "Princesa de Asturias" de Cooperación Internacional, haber "salvado a 16.000 niñas de la mutilación genital". Y que todas, además, "vayan al colegio; a medida que se escolarizan se resisten a esta práctica negativa. La educación lleva al progreso en la erradicación de la ablación femenina", constata Gitahi, licenciado en Medicina y Cirugía y máster en Administración de Empresas, con especialización en Marketing.

Habla claro y no pierde la oportunidad de reivindicar mayor protagonismo de la Administración pública en atención sanitaria básica. "Los gobiernos deben invertir más en salud pública, no es una opción, es una obligación. El problema es que ven la inversión en salud más como un gasto que como inversión. No pueden mostrar resultados a los votantes y prefieren invertir en lo que puedan mostrar ", afirma este sanitario que, con anterioridad a su nombramiento en Amref Health África, fue vicepresidente y director regional para África de la ONGD Smile Train International, especializada en el tratamiento quirúrgico e integral contra el labio leporino. También trabajó con Nation Media Group y ocupó puestos de responsabilidad en la multinacional farmacéutica GlaxoSmithKline. Con esa trayectoria recuerda que la salud pública "tarda tiempo en dar resultados tangibles, es decir, es muy difícil convencer a los gobiernos para que inviertan en salud pública". Su papel, insiste, pasa por enseñar a los ciudadanos a demandar inversión pública en salud.

El máximo responsable de la ONG inició su carrera profesional ejerciendo tanto como médico general como atendiendo consultas de ginecología y pediatría, y progresivamente fue derivando a funciones de gestión sanitaria y marketing. Ese conocimiento ha permitido a Gitahi trabajar en un aspecto fundamental, su juicio, para mejorar la salud: el empoderamiento femenino. "Las mujeres desempeñan un papel central en la salud porque la salud comienza en el hogar: con agua limpia, alimentos limpios, asumiendo la práctica de lavarse las manos, con alimentos bien cocinados, que sean nutritivos...". Pero también, continúa Gitahi, "son las que se encargan de los hijos, se aseguran de que reciben alimento, caminan ocho kilómetros al día para recoger agua... cuando empoderamos a las mujeres estamos empoderando a los hogares", sostiene el director general de Amref Internacional. Ese liderazgo femenino se puede lograr por la vía de la educación pero también a través de la independencia económica, sostiene. "Que puedan decidir el alimento para sus hijos, tomar decisiones reproductivas, independizarse de los maridos...", clama el líder de la ONG, quien matiza: "El premio no es mío ni de la organización, es para las comunidades africanas".

En la antigua Roma la mutilación genital femenina contra la que lucha Amref, tenía lugar para prevenir las relaciones entre esclavos o, incluso, para incrementar el valor de las esclavas por ser vírgenes. Y en la tribu Samburu de Kenia justificaban esta práctica tras una ausencia de tres años de los hombres que, al regresar de sus luchas con otras tribus, encontraron con que buena parte de sus esposas habían tenido niños o estaban embarazadas. La mutilación genital trataba de privarlas del placer sexual o de que tuvieran relaciones extramaritales, cuestiones que Gitahi rechaza de plano. No obstante, celebra el valor de la cooperación internacional pero "se podría hacer más", opina tras rechazar el enfoque de la ayuda internacional hacia enfermedades específicas: "La ayuda internacional debe integrarse en la estrategia global de los gobiernos para que sea eficaz, efectiva y sostenible".

La novedad ahora en el continente africano no son las enfermedades contagiosas, que las hay. "Ahora empezamos a ver un incrementos de hipertensión o diabetes y estamos centrándonos en la prevención", remarcó el directivo. Continuarán controlando tuberculosis, malarias, o neumonías que provocan todavía muchísima mortalidad entre la población infantil. "El gran desafío en la salud en África es la atención primaria", concluye el doctor Gitahi.

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