Lars Heikensten (Suecia, 1950), director de la Fundación Nobel y exgobernador del Banco Central de Suecia, acudió ayer por primera vez a los premios "Princesa de Asturias" con la mente abierta y dispuesto a recolectar "nuevas ideas". Su prioridad ahora es recuperar el premio Nobel de Literatura, tras la ola de dimisiones que se produjo en el jurado después de la acusación de violación contra Jean-Claude Arnault, casado con una integrante de la Academia Sueca, encargada de otorgar este galardón.
- Bienvenido a Asturias. Su primera vez en los Premios.
-Sí, es mi primera vez en los Premios y también en Asturias. He estado muchas veces en España, pero no aquí, he ido a Santiago de Compostela, en Galicia.
- ¿Tiene algún favorito entre los premiados de este año?
-No, exactamente. Pero sé que hay un premiado sueco, Svante Pääbo, el hombre que es capaz de descubrir los antepasados de la humanidad. Me parece que ha hecho cosas muy interesantes pero no tengo el gusto de conocerle. Estoy particularmente interesado en conocerlo, pero también tengo ganas de conocer a Martin Scorsese, por supuesto. Otra persona que me interesa es Michael Sandel. Lo escuché hace diez años en Estados Unidos y también leí uno de sus libros. Él nos hace pensar sobre muchos aspectos interesantes.
- ¿Qué pregunta le hará Pääbo?
-Quiero preguntarle exactamente cual es su contribución, porque sé que es muy importante en su campo y ha cambiado nuestra historia pero quiero que sea él quien me dé las claves. Lo bueno que tienen estos premios es que puedes aprender mucho sobre el pensamiento científico.
- Estos premios, ¿abren la puerta a futuras colaboraciones entre la Fundación Princesa de Asturias y la Fundación Nobel?
-Sí. Cuando entré a presidir la Fundación Nobel fui invitado a una cena en Estocolmo y allí conocí a Teresa Sanjurjo, la presidenta de la Fundación. Luego nos vimos en otras ocasiones y este es uno de los motivos por los que estoy aquí. Ella me invitó a venir y espero poder recoger buenas ideas aquí.
- ¿Qué le puede enseñar una fundación joven, como la Fundación Princesa de Asturias, a una institución centenaria como la Fundación Nobel?
-Tenemos que trabajar constantemente en el sistema para elegir a los premiados. No sólo tenemos que encontrar al mejor, también tenemos que encontrar gente realmente relevante. Es decir, entre los premiados debe haber gente buena pero, al mismo tiempo, ser trascendente para el mundo en el que vivimos hoy. Quizá una organización más joven tiene la mente más abierta a la hora de seleccionar. Nosotros lo intentamos, pero nuestra historia y nuestro legado pesan. Por eso, en este evento espero coger nuevas y buenas ideas.
- ¿Y qué puede aprender la Fundación Princesa de la fundación que usted dirige?
-Lo más importante es construir un sistema que resista a través del tiempo y haga posible elegir a los premiados que realmente son los mejores.
- ¿Cómo se está recomponiendo el jurado del Nobel de Literatura?
-No tendremos premiado este año y esperamos poder tenerlo el próximo año. Este es nuestro gran reto ahora. Ahora estamos en conversaciones con la Academia Sueca, encargada de otorgar el Nobel de Literatura, para advertirnos y guiarlos sobre cómo lo pueden hacer mejor. La Fundación Nobel está por encima de este sistema, nosotros no elegimos a los premiados, lo hacen organizaciones independientes, como lo es la Academia Sueca. Nosotros no podemos decir lo que tienen que hacer pero sí decirles que no lo han hecho lo suficientemente bien. Yo creo que las cosas van a ir mejor con la elección del nuevo miembro. (En la mañana de ayer se anunció la incorporación de Mats Malm como nuevo integrante tras la dimisión de varios de sus miembros por un escándalo de violación que obligó a aplazar el galardón de este año).
- ¿Está satisfecho?
-Afortunadamente parece que las cosas marchan bien. Me preguntaba antes qué podía aprender la Fundación Princesa de la Fundación Nobel, yo creo esto que ha ocurrido con la Academia Sueca ha sido algo puntual, algo que nunca antes había pasado. Demuestra, de nuevo, la importancia de escoger a las personas correctas. Si no eliges bien, tendrás problemas y nosotros ahora hemos tenido problemas con la Academia Sueca.
