El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, se posicionó ayer como un firme defensor de la alianza del Noroeste que sellaron a finales del año pasado los gobiernos de Asturias, Galicia y Castilla y León para realizar un "frente común" ante la UE para reclamar que cofinancie la mejora de los nuevos corredores ferroviarios de mercancías. "Soy un obseso de las infraestructuras, sin infraestructuras no se puede hacer nada. Y lo del tren es ya un escándalo", remarcó el presidente cántabro a su llegada a Oviedo.

A la reivindicación de las comunidades del Noroeste se sumaron recientemente las ocho patronales de Asturias, Galicia, Castilla y León, Salamanca y Zamora a través de un "lobby" empresarial que próximamente tendrá personalidad jurídica propia para superar "el olvido" de décadas por parte de los sucesivos gobiernos de España.

"Se favorece al eje Mediterráneo. Eso está clarísimo", protestó el presidente de Cantabria quien echó mano de las cifras para evidenciar esa realidad. "En Cantabria tardamos cuatro horas y cincuenta minutos en llegar a Asturias, que es una velocidad media inferior a la de Usain Bolt en hacer los cien metros lisos", remarcó para apuntar a renglón seguido que un tren de Santander a Bilbao emplea tres horas y cinco minutos en cubrir 105 kilómetros. "La media ahí es todavía inferior a la de Bolt", ironizó Miguel Ángel Revilla. "Y para ir a Palencia, cuando no se estropea la catenaria, son otras tres horas, eso es lo que no pude ser". El presidente de la comunidad vecina fue más allá en su crítica al señalar que la cornisa cantábrica, en materia de ferrocarriles, "está completamente olvidada. Nos han llegado las autovías mucho más tarde que a los demás pero es que el tren es fundamental para el desarrollo de unas buenas infraestructuras", aseveró a su llegada a la matinal social en el hotel de la Reconquista.

Para Revilla cada vez es más necesario sustituir el vehículo particular por medios de transporte como el ferrocarril, "eléctrico y no contaminante", precisó, "eso es el futuro. Si no tenemos trenes estamos descompensados con otros territorios".

"Berrea" política

En clave nacional, el presidente de Cantabria se refirió también a la reunión del líder de Podemos, Pablo Iglesias, con Oriol Junqueras en la prisión de Lledoners (Barcelona): "Cada uno es libre de hacer lo que le apetezca, lo que no me gustaría es que fuera representando ninguna opinión del Gobierno". En cuanto a la comunicación de la Unión Europea al Gobierno de Pedro Sánchez sobre su proyecto presupuestario, señaló que la misión del órgano comunitario es "ser policías de una política de austeridad del gasto" pero confía en que "no pongan ninguna pega" a que salga adelante. "Lo que no haría nunca es andar fuera de España haciendo de 'correveidile' o de pájaro de mal agüero para decir a los que tienen que decidir que no se aprueben los presupuestos, que son ilegales, que España es un desastre... Lo que hay que hacer es apoyar al Gobierno", sentenció.

Menos benevolente se mostró ante la "pinza brutal" de PP y Ciudadanos al Gobierno. Si bien reconoció que Sánchez llegó al Gobierno "a costa de un PP inmerso en una corrupción masiva" y gracias a una moción de censura "con socios de tan rara doctrina como los partidos que se quieren ir de España, complicado lo tiene", dijo. Y abundó que entramos en la etapa de la "berrea" donde los políticos "cuando se acercan elecciones vuélvense todos locos, disparan a todo lo que se mueve, no se da agua al que lo pide y se le da sal y eso complica mucho más la gestión. Si aprueban el presupuesto tendremos Gobierno dos años, si no habrá elecciones anticipadas".