La moda es, sin duda, un vehículo más de comunicación. Una forma única para decir lo que uno es o quiere ser y dejar claros algunos de sus principios o lemas de vida. Y, por supuesto, para sumarse a causas solidarias o reivindicaciones. Por eso, fueron muchos los que aplaudieron que varias invitadas a la ceremonia de entrega de los premios "Princesa de Asturias" 2018, que se celebró ayer en el teatro Campoamor, eligieran el rosa para sus estilismos o sus complementos, el color del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, que se celebraba también ayer. La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y Beatriz Tajuela, la novia del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, fueron dos de las que cedieron todo el protagonismo a este color en su vestuario. Otras, como Eva Cárdenas, la mujer del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, se sumaron a la reivindicación de más investigación para esta enfermedad y apoyo a sus víctimas completando su estilismo con un lazo rosa en su pecho.

Fuera de los mensajes, las reivindicaciones y las muestras de solidaridad, las invitadas al acto organizado por la Fundación Princesa de Asturias se rindieron a la discreción. El negro, el azul noche, los grises y los verdes apagados sólo se vieron alterados por algunos lunares -en diferentes tamaños-, estampados de inspiración oriental, brillos en su versión más contenida y alguno de esos looks imposibles que siempre llaman la atención.

Como es habitual en estas citas de tarde, el largo a media pierna fue la opción más escogida por las invitadas a la cita. Eso sí, en diferentes cortes y siluetas. Isabel Preysler, una de las más elegantes de la tarde, apostó por un vestido ligeramente evasé, al estilo del de la Reina Letizia. La exministra Cristina Garmendia eligió un vestido camisero con falda con vuelo en color gris perla, que acompañó con un cinturón elástico de pedrería. Isabel Torres, la mujer del líder del Partido Popular, Pablo Casado, prefirió presumir de figura con un ajustado diseño en azul noche que contenía dos detalles clave: un drapeado a la altura de la cadera y unas delicadas mangas con volumen realizadas en organza, que la situaron entre las mejor vestidas. Soledad Saavedra, esposa del senador asturiano Vicente Álvarez Areces, se decantó por un vestido ajustado a la altura del pecho y con un remate asimétrico de lo más original.

El terciopelo, como ya ocurrió el jueves en el concierto del Auditorio, fue uno de los tejidos protagonistas. La presidenta del Congreso, Ana Pastor, lo lució en un vestido hasta la rodilla con manga larga de color azul noche. La mujer del empresario asturiano Jacobo Cosmen, Inés García, en una chaqueta tipo esmoquin de color negro. Mercedes Fernández, presidenta del Partido Popular de Asturias, en un pantalón tipo palazzo; y Esther Fernández, la fiscal superior de Asturias, en un traje de chaqueta y pantalón.

Los monos fueron un comodín para varias asistentes, que gracias a los juegos de brillos y transparencias consiguieron resultados favorecedores. Las flores y los lunares se colaron entre los estampados que más se vieron, en pequeños detalles o en looks completos. En cuanto a los complementos, los salones en negro y nude ganaron la partida, aunque dejando un pequeño espacio a los destalonados y alguna sandalia atrevida.