Las aplicaciones evolucionan. Eso es algo lógico. Por mucho que funcione la fórmula hay que ir cambiándola poco a poco. Algo así debieron pensar en Blablacar, la empresa que se dedica a aplicar la economía colaborativa en el transporte. Desde que han hecho la última actualización los usuarios (tanto los conductores que ofrecen un viaje en su coche como los clientes que quieren coger un transporte) han notado un cambio importante en la aplicación que va más allá de un rediseño de la marca: ahora tienen que marcar el punto exacto del que salen y el punto justo al que quieren dirigirse. ¿La razón? Establecer una fórmula más exacta que permita hacer viajes más precisos.

Pongamos un ejemplo. Quiero salir de Madrid y dirigirme a Asturias. Ahora la aplicación me pide que le diga, o al menos le aproxime, la zona de Madrid de la que quiero partir. Luego me enseñará los viajes con una nueva leyenda: encima de cada punto de partida y de cada destino aparecerá un dibujo de un muñeco. Según ese muñeco esté en verde, amarillo o rojo querrá decir (tipo semáforo) si el conductor sale de lejos o de cerca de mi posición.

Pero ese no es el único cambio que introdujo la plataforma en los últimos meses. Hace varias semanas ya os contábamos como la empresa había intentado captar nuevos tráficos indicando a los conductores los viajeros que podían ir “recogiendo” por el camino. Ya por aquel entonces se rumoreaba que ese podía ser sólo el primer camino para que se estableciese en España un servicio que por el momento no está disponible en ninguna comunidad autónoma de nuestro país pero que es muy popular en otros países de la Unión Europea como Francia: el Blablalines, que permite poner en contacto, por ejemplo, a gente que viva en una ciudad y trabaje en otra y, por tanto, realice el viaje de forma continuada. Pero eso es aún un futurible.

Blablacar ha vivido a lo largo de los últimos años varias polémicas que llegaron incluso a los tribunales con la patronal de los transportistas de viajeros. Las empresas de autobuses acusan a la plataforma de una competencia desleal por captar tráfico que creen que les pertenece. La compañía acusada, por su parte, asegura que se basa en la economía colaborativa y que lo único que hace es poner en contacto a personas con los mismos intereses: viajar de un punto a otro de una forma económica y segura.