El presidente de Cantabria, el amado y odiado al mismo tiempo pero sin duda muy mediático en todas las ocasiones Miguel Ángel Revilla, ha protagonizado estos días varias escenas en Asturias. La primera y la más polémica la vivió al pie de la alfombra azul que da acceso al teatro Campoamor la tarde en la que en el interior del coliseo se celebran los Premios Princesa de Asturias. Fue allí donde el presidente de Cantabria decidió no acudir a la ceremonia. Un minuto antes de entrar en el teatro se dio la vuelta como muestra de apoyo a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil que se estaban manifestando en la zona (aquí puedes leer la historia completa). El caso es que no fue la única polémica que protagonizó Revilla.

Dentro de su cariño por el Principado (en varias ocasiones ha dicho, aunque no sin polémica, que Asturias viene a ser una extensión de su comunidad y viceversa), el presidente de la comunidad vecina puso varios tuits en los que contaba su visita a Oviedo con cariño. Para hacerlo más cercano y asturiano Revilla eligió utilizar la toponimia oficial refiriéndose a la capital del Principado con su nombre en asturiano. Pero se confundió.

Revilla habló varias veces de su presencia en “Ovieu” sin tener en cuenta que oficialmente es “Uviéu”. Algunos tuiteros sí que se percataron del error y se lo dijeron. No parece que el presidente de Cantabria lea mucho las contestaciones en redes sociales. O al menos no lo hace en el momento, porque Revilla siguió poniendo mal el nombre de la capital del Principado durante todos los días que duró su presencia en el Principado.

Lo cierto es que Revilla utiliza tanto las redes sociales que hasta mostró a sus seguidores la peluquería en donde se supone (no lo indica) que fue a prepararse para una gala a la que al final ni asistió.

Esta mañana aún había muchos que le contestaban en Twitter. Algunos de ellos eran agentes del Cuerpo Nacional de Policía pertenecientes a la junta Jusapol que pretendían agradecerle su colaboración y el “gesto” que tuvo al rechazar entrar en el teatro Campoamor. Lo cierto es que es de las pocas veces que la gala se celebra con una silla vacía. O al menos de las pocas que lo hace porque la persona invitada en cuestión ha decidido que no asistirá cuando está a punto de llegar a la puerta de entrada al teatro en donde varios miembros de la Fundación Princesa de Asturias reciben a los invitados. Está por ver si Revilla decidirá venir el próximo año. Habrá que estar pendiente.