El zaguán del hotel de la Reconquista fue ayer escenario de la pugna por el liderazgo de centro derecha, que se presume como una de los nuevos focos de interés en el tablero de la política nacional. Como si de un estrecho marcaje se tratara, los presidentes de Ciudadanos y del PP llegaron casi al mismo tiempo al vestíbulo para un intercambio de saludo con sus correligionarios y una breve atención a los medios de comunicación. Tomó la delantera ligeramente Albert Rivera, que llegó acompañado de su novia, Beatriz Tajuelo, que quedó en un discreto segundo plano cuando las luces de las cámaras se giraron hacia el presidente del partido naranja, a quien aguardaba el vicepresidente primero del Congreso, el asturiano Ignacio Prendes. Cuando Rivera finalizaba el "canutazo", hizo acto de presencia en el hall del Reconquista el nuevo presidente del PP, Pablo Casado. Por unos momentos, algunos periodistas incluso dudaron entre atender a la última respuesta del líder naranja o tomar posiciones con el nuevo presidente popular. Las dudas quedaron disipadas al momento. Los trípodes de las cámaras mandar y finalmente Pablo Casado atendió a los medios prácticamente en el mismo lugar donde minutos antes lo había hecho Albert Rivera. En ese momento no hubo saludo entre ambos pero luego sí, en el patio de butacas del Campoamor, donde estaban a la misma altura, sólo separados por el pasillo central.