En su quinta temporada de éxito, allá por el año 1969, la serie "Embrujada" se enfrentó a un serio problema. Y, aunque no lo parezca, esto es una crónica de la retransmisión televisiva de la entrega de los premios "Princesa de Asturias".
Desde su estreno en 1964, Dick York interpretaba el papel central de Darrin Stephens, esposo de la embrujada Samantha. Pero en 1969, el actor tenía que abandonar la serie debido a problemas de salud. Sin ese personaje, "Embrujada" se quedaba sin el tema principal de su trama, los constantes conflictos entre una esposa con poderes mágicos y un esposo que no termina de encajar la situación y encontrar su sitio. Y, va en serio, esto va de lo que los asturianos vimos ayer por la tele en la TPA, y los españoles vimos en La 1 de TVE.
¿Qué podía hacer "Embrujada"? Cancelar una serie que tan buenos resultados estaba dando no era una opción, así que cortaron por lo sano y, de un día para otro, el personaje de Darrin Stephens pasó a estar interpretado por otro actor, Dick Sargent. Para los espectadores era desconcertante ver la increíble metamorfosis de Darrin, con otro cuerpo y otra cara, pero aceptar esta ficción dentro de la ficción permitía mantener la ficción en marcha. Y esto nos lleva a la situación que vivimos los espectadores de la entrega de los premios en el Campoamor, que mientras eran Premios "Príncipe" contaban con príncipe, pero desde que son "Princesa" son sin princesa.
Después de "Embrujada", fueron muchas las series que se enfrentaron a cambios de actor como los que sufrió el personaje de Darrin. Janet Hubert y Daphne Reid fueron Vivian Banks en "El Príncipe de Bel-Air", Luke Grimes y Nathan Parsons fueron James Kent en "True Blood", Pamela Sue Martin y Emma Samms fueron Fallon Carrington en "Dinastía", y Ed Skrein y Michiel Huisman fueron Daario Naharis, y Conan Steven, Ian Whyte y Hafthor Julius Bjornsson fueron Sir Gregor Clegane en "Juego de Tronos". Son solo algunos de los muchos casos que, en honor a Darrin Stephens, reciben el nombre de "síndrome de Darrin". Por cierto, ¿sufre la retransmisión de los premios "Princesa" algo parecido al "síndrome de Darrin"?
La retransmisión de ayer tuvo los brillantes destellos de todos los años, garantizados mientras se siga dando la palabra a premiados de primera línea que tienen mucho que decir y saben hacerlo. Pero también adoleció del mismo encorsetamiento institucional de todos los años, y de ese afán ridículo por escamotear las protestas de la plaza de la Escandalera, un empeño que atenaza a TVE y resuelve con más naturalidad nuestra TPA dando un poco de visibilidad a la crítica social. Pero sobre todo, anteayer faltó la Princesa entregando los premios en la entrega de los premios "Princesa". ¿Faltó igual que otros años? No, igual que otros años, no.
Felipe Borbón era bueno interpretando el personaje de príncipe en los premios "Príncipe", pero cada año tiene más dificultades para interpretar el papel de representante de la princesa en los premios "Princesa". O eso nos parece a los telespectadores. Este año, Leonor Borbón ya participó en algunos actos institucionales, pero no en este. Y aunque su padre intentó hacerla presente recordando su visita a Covadonga, su ausencia fue más visible, su silencio más atronador y su desplante más difícil de justificar.
En España también tenemos ejemplos del "síndrome Darrin": Paz Padilla y Míriam Díaz-Aroca fueron Dina en "Ala? Dina", Selica Torcal y Teresa Lozano fueron Juana en "Con el culo al aire", Irene Visedo, Marieta Orozco y Pilar Punzano fueron Inés Alcántara en "Cuéntame cómo pasó", Eduardo Espinilla, Sergi Ruiz y Víctor Palmero fueron el hijo de Antonio Recio en "La que se avecina". Pero España es, además, el único lugar del mundo en el que alguien representa a otra persona en un acto en el que esa persona nunca llegó a representarse a sí misma. Somos el único lugar en el mundo en el que se da el "síndrome Leonor". Vaya por Dios.
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