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Leonor, del verbo leer, habla por primera vez en público

La Princesa, hija, nieta y bisnieta de locutores, no podía fallar a la dinastía materna de los Ortiz Álvarez del Valle

El Rey y la Princesa, después de la intervención de Leonor.

La Princesa Leonor, de 13 años, lee en público el primer capítulo de la Constitución y corren ríos de baba propagandística y simbólica que unen la dinastía de siglos, la democracia de hace cuarenta años, las coincidencias biográficas del padre y la hija, y, así, treinta y seis segundos de voz fresca y lectura adiestrada para ser clara y no tener soniquete quedan constituidos en momento histórico sonoro a las diez de la mañana del 31 de octubre de 2018. ¡Chispún!

Sin simbolismos, la niña leyó lo que le mandaron con una precisión que no tuvo el poeta Luis García Montero con un texto propio, y con esto no se quiere subrayar el tropezón del director del Instituto Cervantes sino mantener la calma y moderar el entusiasmo.

El padre de la Princesa, a esa misma edad, leyó su primer discurso en los premios "Príncipe de Asturias", escrito en un lenguaje institucional aún más incomprensible para la edad que el título 1 de la Constitución. Su discurso fue setenta segundos más largo porque los padres de entonces eran menos protectores.

Su tono fue más plano, más Borbón. En el discurso se encasquilló en la bonita palabra "significación" (tan propia para los 13 años) y perdió el hilo durante unos cuantos segundos. En una edad en la que el fastidio no necesita motivo para saltar a la cara, el niño Felipe hizo lo que le enseñaron: mantuvo la calma, buscó el párrafo y siguió. Ni murió nadie entonces ni eso le ha impedido ser rey ahora. Fue la anécdota del día en el día y como tal quedó porque TVE tiene en su página web el vídeo censurado, sin esos segundos? ¿para que nadie pueda decir nunca que Felipe VI tuvo un mal comienzo?

Si a los 7 años se les atribuye ser la edad de la razón, a los 13 habrá que atribuirles ser la edad de la locución. Poco más tenía la bisabuela de la Princesa Menchu Álvarez del Valle cuando, como actriz del cuadro artístico de Educación y Descanso, dijo en Radio Asturias: "Yo soy el hada ilusión y os quiero transportar a un país maravilloso, mágico, donde todos los sueños se cumplen". Princesas, hadas, ¡qué razón tenía el chiste de Woody Allen en Oviedo, luego sincopado para ser un eslogan del gabinismo!

La bisabuela Menchu Álvarez del Valle tuvo más de cuarenta años de locución radiofónica y se convirtió en la voz femenina más popular de la radiodifusión asturiana. Su hermana Marisol, que empezó con 12 años, también hizo su carrera radiofónica y televisiva (fue presentadora de continuidad en los inicios de TVE, 1959/1960) en Madrid.

En ese mundo creció también el abuelo de la Princesa Jesús Ortiz, perteneciente en sus inicios al oficio de saber leer en público. También rondaba esa edad Letizia, madre de la Princesa, cuando habló por primera vez en Radiocadena Española. Si alguna vez Felipe VI quiere contarles a sus hijas el clásico "cómo conocí a vuestra madre" la respuesta ha de ser porque sabía leer bien en público. Ayer brilló la dinastía locutora, majestá.

El borbonismo sociológico de "¡Hola!" ya tiene un nuevo rito de paso para sus niñas de 13 años y su ajetreada vida social ahora que para crecer sanos los pequeños necesitan amor y megafonía.

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