La cantante langreana Marisa Valle Roso (La Felguera, 1987) ha sido distinguida por LA NUEVA ESPAÑA con el premio "Asturiana del mes" de septiembre por su renovación de la canción tradicional asturiana.

Valle Roso es toda una plusmarquista en el mundo de la tonada: ha ganado más de treinta concursos de canción tradicional desde que a los 13 años empezó a participar en estos certámenes en compañía de su hermano Fernando, también intérprete de tonada. Desde entonces, su voz poderosa se fue imponiendo sobre los escenarios del circuito de seguidores de la música tradicional. Pero recientemente, y sin abandonar sus raíces musicales, dio un giro a su carrera con su segundo disco, titulado "Consciente".

Lo presentó hace justo un año, en noviembre de 2017, en el teatro Lara de Madrid. Se trata de un trabajo con una producción minuciosa a cargo de dos firmas muy relevantes, Sebastián Merlín y Charlie Bautista, y con composiciones, ente otros, del gaitero Pablo Carrera, el cantautor asturiano Alfredo González, una canción escrita por Víctor Manuel y un dúo con Rozalén, con quien mantiene una gran amistad. En la presentación de ese trabajo, Valle Roso decía que el título aludía "a lo que quiero ser realmente".

En "Consciente", la cantante langreana -tímida en el trato, pero inapelable sobre el escenario- se abre a otro tipo de melodías y se atreve con canciones anteriormente interpretadas por mujeres legendarias de la música como Mercedes Sosa, Violeta Parra y Chavela Vargas. A todas estas canciones les confiere el timbre de su voz profundamente emocionante. La versión que Marisa Valle Roso hace de "Macorina", que cantaba Chavela Vargas, con letra del poeta asturiano Alfonso Camín, no tiene nada que envidiar a la intérprete mexicana.

El disco refleja el ansia renovadora del folclore que tiene Marisa Valle Roso, pero en él también hay referencias a las tradición asturiana, como el tema "Romance de la niña Isabel", un cantar que Valle Roso actualiza de una manera muy original y que escuchó en una de las grabaciones que hizo el músico y etnógrafo Xosé Ambás. La cantante ha declarado que la música asturiana siempre va estar con ella "en todo lo que haga". "El folclore siempre estará presente, es mi seña de identidad. La tonada siempre estará dentro de lo que cante. Independientemente del género, están los giros y otras cuestiones que me salen solas".

Otra canción que incluso podría considerarse tradicional, dado el calado emocional que ha adquirido en Asturias, es "La planta 14", la conocida composición de Víctor Manuel, a quien tanto agradece su apoyo Marisa Valle Roso. La cantante langreana presenta una versión con una producción cargada de detalles, en la que incluso se grabó una multitud de sonidos de la mina para incluirlos como rítmico fondo del tema. Es su canción preferida del extenso repertorio del cantante mierense y ella ha logrado hacerla plenamente suya. Asegura que nunca olvidará el día en el que la cantó por primera vez en público. Fue el 2 de septiembre de 2013, en el auditorio Teodoro Cuesta de Mieres y delante del propio Víctor Manuel, que era el protagonista de ese homenaje musical.

La carrera de Valle Roso ha adquirido nuevos vuelos con "Consciente" y la ha consolidado como una de las grandes referencias renovadoras de la música asturiana. Ha sido un largo camino, que comenzó casi de niña, cuando sus padres los llevaron, a ella y a su hermano, a recibir clases con el maestro Alfredo Canga, que le dio "unes cancionines pa que les aprendas". Entre ellas estaba "A la marina contigo" y cuando la sacaron a cantar ante el público en el teatro de El Entrego, creyó que lo había hecho tan mal que nunca más la ha vuelto a interpretar. Por lo que se ve, tan mal no lo debió hacer.