Más de dos años alejada de los focos les han servido a Malú para prepararse a fondo y regresar a los escenarios dispuesta a consagrarse como una artista con un extenso recorrido, y así lo hizo esta noche en Málaga, donde mostró ante cientos de personas sus historias más personales y pidió a los asistentes "que fueran libres".

La artista apostó por "Lejos de ti" para iniciar el espectáculo, una balada de su nuevo álbum "Oxígeno" en la que las guitarras eléctricas predominan y muestran una escenografía audiovisual potente con una alta exigencia vocal.

El inicio del espectáculo se consolidó a través de un bloque de canciones íntimas como "Me fui", un tema con una letra melancólica que homenajea al amor perdido a través de una interpretación intensa y con la que mostró una seguridad escénica respaldada por sus veinte años de trayectoria.

Malú también regresó a sus temas más clásicos que la llevaron a lo más alto en las listas de ventas como "Me quedó grande tu amor" o "Deshazte de mi", canción interpretada con una guitarra acústica y a la que el público le hizo los coros.

La madrileña, que tuvo que retrasar la gira debido a una lesión, se mostró agradecida "por la espera" y dejó claro que el espectáculo está hecho con "amor, cariño y pasión".

Asimismo, la artista sorprendió con la incorporación de nuevos sonidos a su repertorio con "Contradicción" y "Ciudad de papel", en este último tema reflejó cierto cansancio vocal tras interpretar varias baladas exigentes.

Tras deshacerse del ambiente íntimo, la intérprete y ahora compositora cedió el protagonismo musical a la batería con una instrumentación más agresiva en "Encadenada a ti" y "Caos".

Malú mostró su lado personal con "Todos los secretos", una canción escrita por ella en la que rechaza los prejuicios y la cantante se toma la licencia de hacer sus característicos giros flamencos.

El momento más emotivo del espectáculo de la sobrina de Paco de Lucía vino con un popurrí de temas a piano que recibieron la ovación del público que entonó "Oye", "Te voy a olvidar" y "Devuélveme la vida".

El viaje al pasado no faltó en el repertorio y el público del Palacio de Deportes Martín Carpena se levantó de sus asientos para cantar al unísono "Toda", "Ahora tu", "Invisible" y el clásico "No voy a cambiar".

La recta final del concierto estuvo encabezada por "Aprendiz",una canción que considera "como la más especial" de su carrera y con la que demostró un buen dominio de la técnica vocal que arrancó al público en aplausos.

La artista se emocionó en la despedida del concierto y sin poder contener las lágrimas confesó "lo difícil" que le ha resultado arrancar la gira y terminó interpretando "Como una flor", una oda al "amor sin barreras y a la libertad".