El yacimiento romano de Lucus Asturum, en Llanera, puede convertirse en un activo patrimonial de primer orden en Asturias, equiparable a la villa de Veranes. Pero para eso necesita un plan a largo plazo. Esa fue la reivindicación que ayer hizo Carmen Fernández Ochoa, catedrática emérita de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, que intervino en el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) para hablar de los modelos de ocupación romana en la zona central de Asturias y, en especial, de los orígenes romanos de Gijón.

"Sería estupendo excavar en Llanera, pero con un proyecto como Dios manda. Y con esto quiero decir de largo alcance. No se trata de picar a ver si hay algo. Nosotros estuvimos once años en Veranes y por eso se puede exhibir. Si no excavas largo tiempo no puedes hacer patrimonio de este yacimiento arqueológico", indicó la arqueóloga que dirigió las excavaciones del Gijón romano. Los últimos trabajos en el asentamiento romano de Lucus Asturum, una zona en la que Carmen Ochoa trabajó durante dos campañas a mitad de los años noventa, se desarrollaron entre septiembre y principios de este mes de noviembre. Estuvieron a cargo de la arqueóloga Esperanza Martín y fueron sufragadas íntegramente por el Ayuntamiento de Llanera. "Ahora mismo es una promesa y a mí me gustaría que fuera una realidad", subrayó Carmen Fernández Ochoa. Al hablar de otros posibles lugares a donde tendrían que enfocarse las excavaciones arqueológicas en los próximos años también sugirió abordar la localización de otra de las civitas romanas en la actual Asturias: "¿Y Flavionavia? Pues seguimos buscándola, como Diógenes con su linterna", bromeó.

La naviega Carmen Fernández Ochoa dedicó un apartado de su conferencia a reivindicar el potencial del yacimiento arqueológico de Lucus Asturum. Pero la mayor parte de su intervención se centró en reivindicar la validez de sus investigaciones sobre el inequívoco origen romano del entramado urbano de Gijón. Y en este punto concreto se extendió en rebatir las afirmaciones de un artículo firmado en 2013 por los arqueólogos Sergio Ríos y César García de Castro, donde se cuestionaba la validez de las conclusiones alcanzadas por Fernández Ochoa. En resumen, negaban que los hallazgos hechos por la arqueóloga pudieran corresponder a un entramado urbano y, por contra, sostenían que todos los restos se corresponderían con una villa romana dedicada a la pesquería y la elaboración de salazones. Según estos autores no se podría hablar de una ciudad. Al respecto del artículo, la profesora emérita indicó: "Sólo puede decir que la presencia romana en Gijón se ha distorsionado quien busca el engaño". La arqueóloga calificó el texto mencionado de "artículo trampa" y añadió que "el origen de Gijón es romano, lo dice la estratigrafía a nivelas basales; no hay ocupación anterior".

El artículo de Ríos y Castro sostiene que las termas de Campo Valdés, contra las conclusiones alcanzadas por Fernández Ochoa, no fueron un establecimiento público urbano sino que formaban parte de una villa privada que estaría donde ahora se ubica la iglesia de San Pedro. Fernández Ochoa asegura que los autores que refutan sus teorías aplicaron en su análisis "un modelo de termas de épocas tardías, no altoimperiales. Además, si estas termas son de una villa, ¿dónde está la casa del dominus?"

La arqueóloga que dirigió las excavaciones de los restos romanos de Gijón afirmó que "los argumentos para desvalorizar lo que allí se hizo no se sostienen". Aludió, entre otros muchos detalles, a la existencia de la muralla romana: "No hay en el mundo romano una estructura militar sobre propiedad privada". Y añadió: "También dicen que los autores antiguos importantes no nombran a Gigia. Cuando Estrabón escribe, aún no se había fundado. Cuando nace Gijón, todos esos autores ya estaban muertos". A juicio de Carmen Fernández Ochoa todas esas afirmaciones "entran en el terreno de la posverdad. Y una posverdad acaba siendo una mentira". La arqueóloga insistió: "No nos hemos inventado algo. A veces se leen cosas, muchas en las redes sociales, que provienen de un verdadero desconocimiento y son una forma de desprestigiar el trabajo de sacar adelante algo importante".

La conferencia de Carmen Fernández Ochoa había comenzado con un mensaje recurrente en sus intervenciones, que lleva años "predicando". "Tenemos que superar el discurso de la excepcionalidad. El Noroeste fue un territorio provincial sobre el que actúa Roma. Y el territorio de lo que hoy es Asturias fue parte de ese territorio".