El escritor Pablo Texón Castañón (Felechosa, 1977) acaba de ganar el premio "Xuan María Acebal" de poesía en asturiano, otorgado por la Consejería de Cultura, por su obra "Allumamientu", un libro que nace de su experiencia como padre. Texón es autor de otros poemarios como "Toles siendes", "La culpa y la lluz" y "Media vida". También es letrista de grupos de música y cantautores como Alfredo González, Toli Morilla, "Dixebra" o "Verdasca".

"'Allumamientu' es un poemario en el sentido más estricto del término: no es una colección de poemas sueltos, sino una obra con vocación de unidad. Esa unidad viene determinada por la materia poética de la que surgen los textos, que son los sentimientos y reflexiones que llenaron mi vida desde el momento de la concepción de mi hija hasta su nacimiento", explica Texón sobre el libro galardonado, en el que hay "poemas llenos de miedo, de dudas, de esperanza, de alegría".

En su escritura, se impuso el límite de ese alumbramiento: "Podía usar como inspiración todo lo sucedido hasta un segundo antes del nacimiento de mi hija, es decir, tenía que escribir sobre una persona que no conocía, al menos a través de los cinco sentidos". Unidad de concepto pero "multiplicidad de estilos y métricas". "Junto a extensos poemas de vocación reflexiva o filosófica, hay canciones infantiles muy sencillas, con la estructura tradicional del octosílabo con rima asonante en los pares, por poner un par de ejemplos".

Texón, que trabaja como profesor de Secundaria, constata un resurgir de la poesía. "Pese a que lleva décadas oficiándose el funeral de la poesía, siempre resurge de sus cenizas porque acaba resultando necesaria. Observamos cómo, en la actualidad, triunfa comercialmente una poesía dirigida a un público adolescente, de no excesiva ambición y riesgo estético, pero, en todo caso, estimable como fenómeno cultural y hasta sociológico. La poesía vive, sobrevive, quizás porque en tiempos de globalización y de uniformización se alza como un grito individual, peculiar y, en el mejor de los casos, original".

La escritura de poesía en asturiano, según su punto de vista, "puede tener la ventaja de hallar un atajo para llegar a una emotividad profunda y oculta. Puede ejercer de magdalena de Proust. Por otra parte, resulta evidente que supone una cortapisa para el poeta a la hora de acceder a públicos mayoritarios". Y, en este sentido, añade: "En lo que se refiere estrictamente a la escritura, considero que es muchísimo más fácil escribir en castellano porque hay un patrón y un lenguaje literario perfectamente afianzados y conocidos que guían armónicamente tu escritura. Frente a eso, la escritura en asturiano te aporta una mayor libertad de elección de registros, léxico y estilo".