La tertulia de LA NUEVA ESPAÑA en torno al estreno de "Tosca" se realizó en el Hotel Campoamor de Oviedo, el viernes día 16. Participaron el director de orquesta Aarón Zapico, la profesora de Historia del Arte Raquel Alonso, la galerista Guillermina Caicoya y el crítico musical Javier Labrada.

Javier Labrada : Puccini es mi placer culpable, me gustan casi todas su óperas aunque a veces se representen mucho. La puesta en escena de esta "Tosca" no me gustó, me pareció demasiado simple, poco trabajada para lo que podía haber sido si apuestas por la traslación temporal. La parte musical sí que me gustó, Pablo González dirigió muy bien. Del elenco protagonista, Chacón-Cruz debutó en el papel y estuvo bien, aunque no es fácil debutar con Cavaradossi. Ódena, "Scarpia", era el que más genuinamente se metió en la obra. Y Metlova, puso mucha entrega, aunque no es la mejor interpretación de "Tosca" que he podido escuchar.

Guillermina Caicoya : La puesta en escena tiene cosas que me gustaron, como que entras en el teatro y oigas el teclear de las máquinas de escribir, ya está la acción en marcha. La traslación en el tiempo no la entiendo, es confusa. No me cuadra la mezcla entre régimen comunista, religión? Hay muchos anacronismos.

Raquel Alonso: No estoy de acuerdo. Tenía puntos flojos, pero la puesta en escena tuvo cosas que me gustaron mucho. Y traer la representación a una época más próxima me gustó, me hizo mucho más potente ese clima de violencia estatal tan presente en "Tosca". Y me lo hizo hasta más impactante, toda esa arbitrariedad, la violencia del Estado, la persecución policial? La idea era buena, aunque por momentos no estuviera bien resuelta.

G. Caicoya: La policía tiene demasiada presencia. Bernard quiso hacer énfasis en eso y en el personaje de Scarpia. Es lo más fuerte de la ópera.

Aarón Zapico: Tardé como cinco minutos en meterme en la ópera porque me sorprendió tantísimo el pateo a la locución en asturiano? es algo que no entiendo, y tampoco esa manera de reflejar el desacuerdo. Como espectador y como artista es algo que no entiendo, lo mismo que el pateo a la escena, por muy poco que te guste. Salvando eso, me pareció un espectáculo redondo. La ópera es un mundo inabarcable a veces juegas con tantos factores, con tantas inquietudes, que me pareció redondo y la Ópera de Oviedo se apuntó un tanto. El casting me pareció redondo, más allá de que te puedan gustar unos personajes u otros. La dirección musical de Pablo González, excepcional. Y la escena me encantó. Mucha gente piensa que tiene que haber una manera única de representar las obras, pero tenemos que estar abiertos a nuevas lecturas. A pesar de que pueda haber puntos que no se entiendan del todo me parece un espectáculo redondo y una bofetada de música y drama en la cara.

R. Alonso: Creo lo mismo, que ese resultado, aunque tuviera defectos, potenciaba ese terrible dramatismo de Puccini.

G. Caicoya: Yo no lo veo.

R. Alonso: Pero con los defectos que tiene le quita esa imagen que hay de Puccini, quizás un poco edulcorada, cuando en realidad el drama de "Tosca" es un drama político. Eso es una idea sobre la que se puede trabajar.

A. Zapico: Entre los cantantes, Arturo hizo un papel impresionante, debutar así en un estreno, en una plaza difícil como es Oviedo, me emocionó profundamente. Pero lo de Ángel Ódena fue increíble. Cómo creaba el personaje: primero estaba el rol, el movimiento actoral, y luego la voz. Al final del todo estaba el cantante, y pedirle eso a un cantante es dificilísimo, porque normalmente su voz es su primera preocupación. Pero si me gustó esta "Tosca" es porque había una concepción de espectáculo, implicando a dirección de escena y a dirección musical.

G. Caicoya: Musicalmente sí, me encantó. Y ese aria primera con la que arranca, que no es tan fácil arrancar con un aria, fue precioso. Y Pablo González estuvo fantástico, lo que más me gustó. Pero la escenografía, es que tuvo momentos hasta vulgares: cuando se suena, o esas escenas alusivas al sexo, que sobraban.

J. Labrada: No me cierro a esas traslaciones, pero si las haces, tienes que hacerlas muy bien. Hay una serie de incoherencias temporales que no acaban de cuadrar y que en el libreto están muy cuidadas.

R. Alonso: Me da la impresión de que, quizás no con mucho éxito, había querido combinar diversos momentos de regímenes totalitarios. Hacerla un poco intemporal. Hacer montajes de este tipo es arriesgado, algunos salen bien y otros mal.

A. Zapico: No hay que olvidar que no están haciendo una representación histórica, esto no es el Milagro de Elche. Te tomas licencias.

G. CaicoyA: pero tienen que ser creíbles.

R. Alonso: Aprecio mucho las obras que te plantean problemas que no te habían planteado antes. Me acuerdo de una "Traviata" en Salzburgo, con escena de Willy Decker. No me gustó, pero hacía una relectura del Coro de las gitanillas que me puso los pelos de punta. Un momento que siempre me pareció que cortaba el drama. Y sin embargo, él hizo una relectura violenta, con el coro enmascarado, que conectaba mejor con lo anterior. Y esa escena, ya me compensó.

J. Labrada: Volviendo a los intérpretes, Arturo Chacón-Cruz tuvo mucho mérito, porque es muy complicado debutar en el rol de Cavaradossi. Él comentaba en LA NUEVA ESPAÑA que había cantado a Rodolfo, de "La bohème", y en el fraseo sí me recordaba algo más a la dulzura de Rodolfo que a la pasión de Cavaradossi. Creo que puede tener rodaje con el papel, pero acaba de debutar.

R. Alonso: Ángel Ódena me gustó muchísimo, y me da la impresión de que disfrutó mucho el papel.

A. Zapico: Se le veía, sí. Ekaterina Metlova fue de menos a más, pero Ángel Ódena y Arturo Chacón-Cruz tenían esa cosa mediterránea en el hablar, en la expresión? Con ella todo era un poco más nórdico.

J. Labrada: Otra cosa que me molestó, en relación a Ódena especialmente, es ese movimiento constante que había en la escena. Sobre todo en el "Te Deum", me parece que enmascaraba al cantante, me parece una falta de respeto hacia él. Vale que ahora nos movemos muy rápido y tiene que ser todo rapidísimo porque si no el público se aburre. Igual la transición en la que está solo Ódena al coro se puede hacer de forma más discreta para poder centrar la atención en él.

A. Zapico: Yo discrepo totalmente, me encantó que estuviera bullendo eso ahí detrás, me estaba creando un ansia? Pero eso es lo bueno de la ópera, abarcas todas las sensibilidades y hay que estar abierto a que unas cosas te estimulen y te gusten, y otras menos.