"La Iglesia reconoce abiertamente los abusos de diversa índole y tiene la firme intención de erradicarlos". Con estas palabras asumió ayer el arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez, la responsabilidad de la Iglesia española en el ocultamiento, durante décadas, de los abusos sexuales a menores por parte de miembros del clero. Un discurso mucho más contundente que el planteado días atrás por el secretario general de la CEE, José María Gil Tamayo, que si bien reconoció el "silencio cómplice" de la Iglesia, extendió la responsabilidad sobre el encubrimiento de los abusos sexuales al conjunto de la sociedad.

Las palabras de Blázquez tienen un mayor simbolismo al haber sido pronunciadas en el discurso inaugural de la CXII Asamblea Plenaria de los obispos, que se celebró ayer en Madrid. "No se deben encubrir los abusos ni darles una respuesta equivocada", añadió Blázquez, quien subrayó que "los pecados, que en ocasiones son también delitos, deben ser reconocidos humildemente ante Dios y sin pretextos ante los hombres".

El presidente de la CEE se refirió también a las víctimas de abusos sexuales, a las que agradeció su "valentía al denunciarlos", porque estos actos "hieren a la Iglesia y causan daño a otras personas", y el hecho de denunciarlos "ayudan a la Iglesia a tomar conciencia de cuando ha ocurrido y de la necesidad de reaccionar con decisión".

En su intervención, Blázquez asumió las conclusiones del Sínodo de la Iglesia sobre los Jóvenes, la Fe y el discernimiento vocacional en relación a los abusos, y reconoció además "la honda conmoción y el compresible escándalo que han suscitado".

Perdón

Los obispos pedirán hoy perdón por los abusos sexuales cometidos contra menores, por parte de miembros de la Iglesia, en el marco de la II Jornada de Oración por las Víctimas de Abusos. Una reunión instituida el año pasado por la Conferencia Episcopal Española, y que coincide con la celebración del Día Universal del Niño.