No habrá cambios en la dirección del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX). Es la convicción, al menos, del presidente de Divertia, la empresa municipal que organiza la mayor cita cinematográfica del Principado. El concejal Jesús Martínez Salvador dio ayer su respaldo al director del certamen, el asturiano Alejandro Díaz Castaño, que se afianza al frente del festival, cuya edición de este año se clausuró en la noche del pasado sábado con la gala de entrega de premios en el teatro Jovellanos.

"Estamos muy contentos con el equipo, es cierto", aseguró Martínez Salvador. Una primera valoración que completó con una referencia al ambiente cinéfilo del que se ha alimentado Gijón durante los últimos diez días: "La ciudad lo vive; se ha respirado cine por los cuatro costados". Para el presidente de Divertia, Díaz Castaño ha acertado en dos cuestiones: "Ha sabido hacer las cosas para que el festival no pierda su especialización en un determinado cine alternativo y, por otro lado, ha atendido muy bien a lo que hacen los asturianos".

"Sentimos que el FICX es un poco más nuestro", añadió Martínez Salvador. Y una tercera cuestión: parece que Díaz Castaño cumplirá con el mandato de ajustarse a un presupuesto de poco más de 900.000 euros para organizar un festival internacional de cine que está entre los cinco grandes de España. Los desvíos presupuestarios del anterior director del certamen, Nacho Carballo, dieron pólvora a la oposición política gijonesa para obligar a Foro, partido que gobierna en minoría, a la convocatoria de un concurso al que se presentó el propio Carballo y ganó el actual director.

Díaz Castaño, que se consolida al frente del FICX tras sólo dos años de gestión, tiene un contrato de alta dirección. La misma situación en la que estaba Carballo y distinta a la de José Luis Cienfuegos, ahora al frente del Festival Europeo de Sevilla. Cienfuegos fue apartado por el anterior concejal gijonés de Cultura, el forista Carlos Rubiera, pese a los éxitos de una gestión que llevó al FICX a ser considerado como el festival español de referencia del cine que apostaba por películas independientes, de autor, reflejo de las narrativas más innovadoras y arriesgadas.

Es la apuesta también de Díaz Castaño, que empezó su andadura profesional en el festival gijonés y siguió a Cienfuegos a Sevilla como principal programador del certamen de la ciudad hispalense. Al concejal Martínez Salvador le parece bien, asimismo, que el FICX haya incrementado su apuesta por los realizadores asturianos. Por primera vez en la historia de la etapa que abrió Cienfuegos al frente del FICX, fue incluida una película asturiana en la sección oficial. Y, además, ha sido galardonada. "Cantares de una revolución", del gijonés Ramón Lluís Bande, obtuvo el premio especial del jurado.

Martínez Salvador prefirió no dar aún datos definitivos sobre el número de espectadores de la quincuagésima sexta edición, a la espera de los pases programados para ayer, domingo. El presidente de Divertia adelantó, no obstante, que serán similares o un poco mejores que los del año pasado: más de 52.000 asistentes a la proyección de las 180 películas y más de 82.000 participantes.