El mimo y la pantomima, a pesar de ser una disciplina milenaria, se ha diluido a lo largo de los años hasta ser casi invisible hoy en día. “No hay demasiada gente que opte por dedicarse a ser mimo, pero puede tener un resurgir”, dice el actor José Luis Montiel. El martes dio un taller sobre este arte silencioso en la biblioteca del campus del Milán de la Universidad de Oviedo, en el marco de la actividad “El actor y su doble”.

“La televisión y otras corrientes teatrales han tapado este género, pero la pantomima y el mimo siempre está inmerso en otros estilos teatrales”, dice Montiel. Su pasión por esta disciplina se explica mejor sin palabras. Sobre el escenario. Se mueve seguro y da cuerpo a una historia sobre la sociedad consumista. “Lo más difícil es ser capaz de explicar el mensaje sin el uso de la palabra y que, además, mueva emociones”, explica.

Su exhibición forma parte de tres demostraciones de trabajo organizada por el grupo de teatro de la Universidad de Oviedo en colaboración con la compañía Teatro del Norte. “La intención es que las actividades mezclen una parte de explicación y otra de actuación”, detalla el director de la compañía teatral, Etelvino Vázquez. Él mismo impartió el primero de los talleres para explicar el uso de la emoción en la representación y los actores Cristina Lorenzo y David González mostraron su experiencia a la hora de construir personajes.