No fue una noche fácil para Jorge Javier Vázquez al frente de Gran Hermano Vip 6. Era noche de expulsiones y se notaba en el ambiente. El Koala, Míriam y Mónica Hoyos eran los nominados y la actitud de los tres no ayudaba mucho a que el ambiente fuera el ideal. Por un lado, el cantante andaluz, con su insulsez habitual no se posicionaba ni por una ni por otra de sus contrincantes, aunque como todo el mundo que siga un poco GH Vip 6 sabe que el autor de la inefable "¡opah! Yo vi hacé un corrá", va con Miriam.

Por otro lado, la batalla entre las dos ex de Carlos Lozano, que mejor las hubiera dejado en Perú a las dos y nos hubiera ahorrado a los españoles unas cuantas escenas de matrimonio por televisión, seguían a lo suyo. Miriam lloraba por su madre en una buena actuación propia de una telenovela sudamericana y Mónica, como la malvada de las soap operas, miraba con cara de enfado a su contrincante y se reía de la sobreactuación de la peruana.

Esa manera de llorar y fingir pena no pasó desapercibida en plató y el presentador no tuvo mejor idea que preguntar a una de las exconcursantes de la casa más famosa de la televisión sobre el tema. Sobre Aramís Fuster recayó la oportunidad de dar opinión y a la vidente se le fue de las manos. "Estoy reventada. Yo te digo una cosa, si llego a estar dentro de la casa a esta le hubiera pegado a esta dos hostias con la mano abierta€" dijo la vidente, "no hombre, no, que pierdes la razón", le contestó Jorge Javier para ver si así calmaba sus ánimos, pero lejos de quedarse ahí Aramís, que tuvo que salir de la casa por culpa de las costillas flotantes (no lo supo ver la médium) recalcó su idea de agredir a Miriam, "perderé la razón, pero las dos hostias no se las quita ni Dios", sentenció.

La actitud de la vidente fue recriminada por gran parte de la bancada de Gran Hermano Vip 6, si bien es cierto que hubo otra que aplaudió su idea e incluso la jaleó. No fue a más lo visto en el plató de Telecinco y hay que dar gracias a que fue algo inusual y que rara vez se ve por televisión. Serían los nervios del directo.