La normativa que entrará en vigor en 2019 actualiza la que está vigente desde hace 20 años, y se lleva trabajando en ella desde el inicio de la legislatura.
Afectará al conjunto de las edificaciones, con independencia del tipo de propiedad o que sean de protección. Es decir, da lo mismo que se destine a vivienda habitual, o turística, que sean colaborativas o dotacionales -las que cuentan con espacios o servicios comunes para residentes y visitantes, organizadas mediante la participación social y la corresponsabilidad en la gestión-. Para esos pisos, la nueva normativa elimina la obligatoriedad de que estén dotados con tomas para la instalación de lavadoras o que cuenten con tendederos interiores. Pero podrán dotarse de espacios comunes para lavado y secado de ropa.
Están sometidas a la nueva normativa todas las edificaciones excepto las que tengan solicitada ya la licencia municipal, y las que pidan permiso de obra antes de marzo y se atengan a los plazos señalados.