Un joven canadiense sorprendió hace días a los clientes de un conocido supermercado de Toronto al armarse de valor y coger el micro de la tienda para contar sus penurias laborales. La noticia trasciende ahora, unos días después de que los trabajadores de estos establecimientos en Asturias hayan anunciado que irán a la huelga para mejorar sus condiciones laborales tal y como puedes leer en esta información que te contamos hace días.

En este caso el “héroe” de esta historia que se ha hecho viral en redes sociales tiene apenas 17 años. Tal y como él mismo aseguró en el vídeo que colgó en redes sociales llevaba poco más de un año trabajando en la cadena de supermercados que ahora se ha visto atacada (una de las más famosas tanto en Estados Unidos como en Canadá). El joven aseguró, ante la estupefacción de quienes le escuchaban, que estaba cansado de promesas fallidas y de jefes que decían cuidar a los empleados y a los que en realidad no les importaba lo más mínimo lo que les sucedía a los trabajadores. “Nadie nunca debería trabajar aquí, estoy harto”, empezó resumiendo el adolescente leyendo un papel que tenía delante y que había preparado horas antes ante el lógico temor de que le quitaran el micro.

“He sido un empleado leal aquí durante un año y medio y estoy cansado de las mentiras y de que no se valore mi trabajo. Los encargados se preocupan más de los beneficios que de lo que cobran sus empleados". Al final del vídeo se oye el revuelo que el discurso del joven provocó en el supermercado y, sobre todo, destaca la despedida del joven con no excesivamente buenas palabras.

El vídeo se ha hecho viral en las redes sociales y ya ha sido reproducido por decenas de medios de comunicación en América. Algunos de ellos recogen la opinión de la compañía sobre lo sucedido. En este sentido la empresa se limita a decir que no está de acuerdo con lo sucedido pero que evidentemente respeta el derecho de cualquier persona a expresar de forma libre su opinión. Lo que quizá no les gustó a los jefes de esta empresa fue el lugar que precisamente escogió el joven para hacer pública su petición de derechos laborales tanto para él como para sus compañeros en el mismo establecimiento. El joven, como es lógico, ya no trabaja en la cadena de supermercados atacada con su protesta.