Suele decirse que a Hacienda siempre le toca la lotería y ello es más verdad desde que, en 2012, el Gobierno, entonces del PP, creó un impuesto especial sobre los premios de juegos de azar que hasta entonces estaban exentos de tributación: los correspondientes a sorteos organizados por el ente público Loterías y Apuestas del Estado, los análogos de comunidades autónomas y los de la ONCE y Cruz Roja Española.

Desde el año citado, el Gordo de Navidad, así como el resto de los principales premios del sorteo más popular del año, está gravado con un impuesto equivalente al 20% del importe, una vez descontado un mínimo exento que para 2018 es de 10.000 euros (aumentará en 2019 hasta los 20.000 y hasta los 40.000 en 2020). La cuenta es la siguiente para la hipótesis de alguien agraciado con un décimo del Gordo: a los 400.000 euros del premio se le descuentan 10.000 del mínimo exento y sobre el resultado (390.000) se aplica el gravamen del 20%; la cuota a pagar a Hacienda será por tanto de 78.000 euros y el ingreso del contribuyente se quedará en 322.000. En el caso de un segundo premio, Hacienda se lleva 23.000 de los 125.000 euros que en teoría le corresponden al agraciado.

¿Qué pasa en el caso de los décimos compartidos?

La Agencia Tributaria y los expertos recomiendan que todos los agraciados acudan al banco a cobrar el premio para que se les identifique como tales; el mínimo exento se prorrateará entre ellos y cada uno tributará el 20% del dinero restante que le corresponda. En el supuesto de que sólo se identifique una persona como agraciado, pague el impuesto y luego reparta el premio con los demás, éstos se arriesgan a reclamaciones del Fisco porque tendrán difícil justificar la procedencia del dinero.

Los asturianos eligen números a la carta

Eso de ir a una administración de lotería y decir "denme el décimo que quieran" ya es historia. Los asturianos quieren números navideños "a la carta"Los asturianos quieren números navideños "a la carta", una nueva tendencia surgida a raíz de los terminales electrónicos. Los compradores, asegura Susana González, de La Favorita, en Oviedo, buscan las fechas de nacimiento de un hijo, la de su boda, la de una oposición... y hasta la matrícula de un coche. Y las buscan aquí y en toda España. "Muchos te piden que mires dónde se vende el décimo que quieren", afirma González. De su establecimiento volaron los décimos terminados en 18 en honor al año que acaba. Pero en otros rincones de Asturias también triunfan el 5 y el 7. ¿Acabará así el Gordo? Mañana se saldrán de dudas. Por lo pronto ayer la suerte sonrió a Gijón con un "minigordo" de 613.000 euros.