Críspulo Cabezas (Madrid, 1981) es uno de los actores con mayor proyección del momento. Saltó a la fama con la película "Barrio", pero ha forjado su talento en el teatro. En Avilés estrenó varias veces y fue uno de los actores de ese "Rebeldes" de la escena contemporánea: "El enemigo de la clase". Vuelve esta noche (20.30 horas) para ser Hipólito en "Fedra", en el Centro Niemeyer.
- Lo normal era verle haciendo contemporáneos.
-Sí, pero de un tiempo a esta parte también me he hecho mis clásicos: los tres grandes autores...
- ¿Qué le puso de "Fedra"?
-El binomio Luis Luque y Paco Bezerra. Eso, sobre todo.Luego vino trabajar con Lolita. Viene de una estirpe legendaria... Sabía que era una gran actriz y lo he comprobado en cada una de las escenas de "Fedra".
- Es usted su objeto de deseo.
-Objeto de conflicto. En realidad, soy el antagonista. La madrastra de Hipólito se enamora de él y eso no funciona. Hemos prescindido de los dioses para contar todo el dolor.
- La función la hicieron en Mérida.
-Pero desde el principio sabíamos que la íbamos a mover. El proyecto era ambicioso y sabíamos que nos iba a llevar más tiempo del normal. Vamos a estar hasta junio.
- El reparto de aquel "El enemigo de la clase" fue tremendo. Una especie de "Rebeldes".
-Es cierto. Estaba Eloi Yebra, que es mi hermano y un actorazo. Mira a Javier Ambrossi reventando la escena. Ayoub El Hilali cada cosa que hace es cada vez mejor. Le pasa también a Bernabé Fernández, a Diego Fajardo o Jordi Soler. David Desola hizo un gran texto. Leyó a Nigel Williams y sacó oro.
- Trabaja mucho últimamente.
-Allá donde me llaman y, si no me llaman, termino animándome yo mismo.