Ana Isabel Rey Artime (Gijón, 1965).

Licenciada en Geografía e Historia, ha desarrollado su trayectoria profesional como docente e investigadora en el campo de las TIC y trabajado en numerosos programas para reducir la brecha digital de género y facilitar el acceso seguro a la red de las mujeres. Autora de numerosas publicaciones, entre ellas la guía "Acoso y abuso sexual en las redes sociales".

-¿Qué medidas se podrían tomar por parte de las instituciones para frenar la violencia sexual en el marco de las nuevas TIC?

-La violencia contra las mujeres en entornos digitales, aunque tiene algunas características específicas, es una manifestación más de la violencia machista y tiene las mismas raíces, por lo que es fundamental contemplar medidas de sensibilización y prevención. En este sentido, es imprescindible trabajar en el ámbito educativo, formando al profesorado e incluyendo en el currículo la educación para un uso responsable de las tecnologías, que permita construir espacios digitales igualitarios, respetuosos con las mujeres y sus derechos y libres de violencias. Es fundamental, también, implicar a las familias, e impulsar campañas de sensibilzación para la población en general.

-¿Qué debería hacerse para que las conexiones en internet protejan la identidad y la seguridad de las personas?

-Tener en cuenta las medidas básicas de seguridad de los dispositivos (mantener el software actualizado, disponer de un buen antivirus€), cuidar la integridad y confidencialidad de los datos (elegir contraseñas fuertes, no compartirlas€) y cuidar la identidad digital decidiendo libremente qué queremos publicar, en qué espacio y con qué nivel de privacidad.

-¿Han aumentado en los últimos años los delitos sexuales en internet?

-Sí, en buena medida por la generalización del acceso a redes y dispositivos. También porque cuanto mayor es la participación de las mujeres en las redes, defendiendo activamente sus opiniones y ejerciendo su liderazgo, mayor es la reacción que pretente silenciarlas. Muchos de los casos de acoso tienen como objetivo que las mujeres se autocensuren.

-¿Cómo pueden denunciarse estos comportamientos?

-Lo recomendable es denunciarlos en el servicio en el que se hayan producido, la mayoría de las redes sociales disponen de formularios para hacerlo. Y, si son constitutivos de delito, ponerlos en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

-Casos como el de Diana Quer pusieron el foco informativo en los bulos que sobre su entorno cercano se extendieron por internet. ¿Cómo se podrían frenar estas noticias falsas que a diario circulan por internet y atentan contra el honor de las personas?

-En primer lugar, apelando a la responsabilidad social de los medios de comunicación, porque aún seguimos viendo publicaciones con un tratamiento bastante desafortunado de la violencia de género, que culpabilizan a las víctimas y a su entorno e inciden en aspectos que no son relevantes. Y este tipo de noticias, que en muchas ocasiones están redactadas para buscar la viralidad, se difunden indiscriminadamente en las redes.

En segundo lugar, mediante la alfabetización informacional de la población, que es un derecho humano fundamental en el mundo digital. Hemos de trabajar para que la ciudadanía sepa cuándo y por qué necesita información, dónde encontrarla y cómo evaluarla, utilizarla y comunicarla de manera ética. De este modo, la difusión de los bulos disminuiría de forma sensible.