La misa de gaita, una tradición litúrgica asturiana catalogada como Bien de Interés Cultural, sonará en la iglesia romana de Santa María la Mayor de Roma, especialmente vinculada con la monarquía española desde Felipe IV. La celebración tendrá lugar el próximo día 28 de abril a las 16 horas y contará con la asistencia del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes.

Roma, centro de la iglesia católica, es una estación más en el camino de difusión internacional que la Fundación Valdés-Salas quiere dar a una liturgia que se convirtió en el primer patrimonio inmaterial asturiano protegido por el Principado. "Esta ceremonia, interpretada a los sones de la tonada y con gaita, refleja la forma que tenían de vivir su espiritualidad nuestros ancestros. Es una misa con fuerte sabor identitario. La primera vez que la oyes reconoces que eso es Asturias, lo que tenemos grabado en los genes. Es emotiva, es emocionante", subraya Joaquín Lorences, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Oviedo y vicepresidente ejecutivo de la Fundación Valdés-Salas, promotora de la recuperación, protección y difusión de la misa de gaita.

La celebración en una basílica romana tan relevante, para la que ya están cursando invitaciones a distintos referentes culturales de la "ciudad eterna", tiene por objeto apuntalar una eventual candidatura ante la UNESCO de una liturgia con al menos cuatro siglos de tradición. El objetivo que Lorences explicita es lograr que sea declarada patrimonio inmaterial de la humanidad. Después de Roma, ya cuentan con los contactos necesarios para poder celebrarla en la catedral de San Patricio de Nueva York en 2020 o 2021.

La Fundación Valdés-Salas, junto con el Muséu del Pueblu d´Asturies, han contribuido a reavivar una tradición que se fundamenta en los textos latinos y universales de la Iglesia católica y en las melodías del antiguo "canto llano" (que también conocemos como gregoriano) que se usaba en España hasta finales del siglo XIX. Poco a poco, a medida que el siglo XX se agotaba y entraba el actual, la misa de gaita desaparecía "masivamente" en todo la región. Aún se celebran en Llanes, Quirós y Salas. De la localidad salense de Cornellana era Manuel Menéndez, un bancario conocido como Lolo Cornellana, consumado cantante de esta misa y quién insistió a Lorences para que la Fundación Valdés-Salas se embarcase desde 2013 en la recuperación de este rito católico tan asturiano.

Lorences incide en la labor de investigación efectuada por Ángel Medina, catedrático de Historia de la Música de la Universidad de Oviedo, que firma una completísima monografía sobre la misa de gaita, en cuya edición colaboró activamente la Fundación Valdés-Salas. "Como dice Medina, la misa de gaita es no sólo una joya de la cultura asturiana, también española y universal". La Fundación Valdés-Salaspromovió un coro integrado por 19 personas, y dirigido por Joaquín Valdeón, a los que acompañan los gaiteros Xaime Menéndez y Llorián García. Como intérpretes solistas, Pepe el Molín y Mari Cruz Cristóbal Caunedo.

En la misa de gaita "se cantan los cantos del Ordinario (Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus y Agnus Dei) que, al ser acompañados por la gaita de fuelle, adquieren nuevos giros, ornamentos y matices", indica la Fundación Valdés-Salas en la descripción que hace de este ritual católico, extraída del libro de Ángel Medina. Y añade: "Estas transformaciones se producen también como consecuencia de una transmisión básicamente oral a cargo de eclesiásticos y seglares. Los introitos vocales y otras partes del Propio apenas se conservan y tampoco demasiado la doxología menor del comienzo o 'Gloria Patri'. Algunas partes, llamadas entemedios, están a cargo únicamente de la gaita y, si es posible, del tambor. Su número puede variar, pudiendo sonar en la entrada, el ofertorio, la consagración, la comunión y la salida. El entemediu de la consagración puede ser la Marcha Real, que es la forma tradicional, o el himno regional, más habitual en algunas zonas de Asturias. Los demás son mucho más libres". La misa de gaita tiene variantes. "Muy hermosa y completa es la tradición llanisca de Parres y La Pereda. La situación en los concejos del Sur es más delicada, pero se mantiene, recuerda y/o revitaliza en concejos como Lena, Aller y Quirós. En el centro-occidente, especialmente en el concejo de Salas, es una liturgia muy habitual, realizándose al menos una treintena al año".