Un juez de Barcelona ha condenado a un portero de discoteca a un año de inhabilitación profesional y a pagar una indemnización de 350 euros por daños morales por prohibir la entrada al local a una mujer transexual ya que su aspecto femenino no coincidía con su documento de identidad de hombre. La sentencia, dictada por el juzgado de lo Penal número 27 de Barcelona, considera probado que el único motivo por el que el controlador denegó la entrada a la mujer fue porque era transexual.