Albert Rivera fue ayer el centro de las críticas de los taxistas que se agolpaban a las puertas de la madrileña estación de Atocha. El líder de Ciudadanos llegaba tras un viaje a Sevilla tras mantener varias reuniones con el Partido Popular, con quien acaba de formar gobierno en dicha Andalucía.

Tras bajarse del AVE que le devolvía a Madrid, el catalán tuvo que soportar la ira de los taxistas que cumplen hoy su segundo día de paro en la capital de España. Lo sucedido quedó reflejado en varios vídeos y Rivera contó lo vivido en un hilo compartido en su cuenta de Twitter.

Lo llamativo del asunto fue uno de los insultos más repetidos hacia el hombre que comanda la formación naranja, "¡moderno!" le gritaban varios de los conductores congregados a la salida de Atocha.