Las autoridades chinas han confirmado que hay en camino más bebés mejorados genéticamente por el científico He Jiankui. El gobierno chino ha determinado que Jiankui, que manipuló los embriones para que dos bebés nacieran con resistencia al VIH, actuó de forma ilegal y ahora "será tratado seriamente de acuerdo con la ley".

Pero no sólo existen esos dos "superbebés" (dos niñas mellizas nacidas en noviembre) que Juankui anunció, fruto de un experimento que se hacía realidad con humanos por primera vez en la historia, saltándose todos los límites éticos de la ciencia. Tal y como publica "The Guardian" , una segunda mujer quedó embarazada durante el experimento para crear esos bebés mejorados genéticamente.

Desde que el proscrito investigador anunció en un foro sobre el genoma humano en Hong Kong que había "otro posible embarazo" las autoridades iniciaron una investigación para determinar si realmente existía otro caso de edición genética en embriones humanos. Además, en la investigación se determinó que el genetista había "falsificado documentos de revisión ética" y "evadió deliberadamente la supervisión", según la agencia de noticias Xinhua. Para lograr este objetivo, He Jiankui organizó en privado un equipo con personal extranjero que usaba "tecnología de seguridad y efectividad inciertas" para la edición ilegal de genes de embriones humanos, asegura la agencia de noticias china. Su objetivo, según quienes le trataron, era lograr "fama personal".

En total, He Jiankui trabajó con ocho parejas de voluntarios. Los padres eran seropositivos y las madres no tenían el VIH. Una pareja abandonó unos experimentos de los que el científico se sentía "orgulloso", pese al rechazo unánime que causó en la comunidad internacional. El científico se formó en la universidad estadounidense de Standford y formó parte del denominado "Plan de los mil talentos" promovido por el gobierno de Pekín para frenar la fuga de cerebros. Hasta que anunció su experimento trabajaba en la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur (SUSTech) en Shenzhen, de donde ha sido fulminantemente despedido por "violar gravemente la ética académica".

Ahora el fruto de su experimento, las dos niñas mellizas, están siendo sometidas a observación por las autoridades médicas chinas, lo mismo que la madre. Queda por ver cuáles serán los efectos de la modificación genética. Los cambios pueden tener efecto no sólo sobre el individuo, también sobre las generaciones futuras.