"Helena" se fue con su viento fresco y dejó una luz mítica en Ribera de Arriba. Ideal para que viajeros que no conocían en lugar se empaparan de sus paradojas y misterios. "Viaje a la Ribera (dos), el proyecto cultural que reunió en el concejo a seis escritores de registros muy distintos que escribirán sobre su experiencias. Junto a tres autores asturianos, -Maxi Rodríguez, Jesús Arango y Xuan Bello-, Karina Sainz Borgo, Sergio del Molino y Ángela Vallvey recorrieron en compañía de tres guías para documentarse y cumplir con su propuesta literaria: seis textos que se incluirán en el cofre cultural que se abrirá a mediados de abril con el "Himno" de Pipo Prendes y la película "Vete de mí", cinta producida por Juan Gona, organizador del proyecto, dirigido por José Manuel Vaquero, consejero de Prensa Asturiana Media, empresa editora de LA NUEVA ESPAÑA.
Paisaje y paisanaje palpitan en sus cuadernos de notas y en sus teléfonos móviles. Ayer pasaron la última página de su viaje, y como epílogo, cumplieron dos peticiones de LA NUEVA ESPAÑA a la altura de los tiempos tecnológicos: un selfie de los tres con Ribera al fondo y un resumen casi tuitero de su experiencia.
Abre juego la escritora y periodista Karina Sainz Borgo: "Encuentro paradoja y belleza en esa columna perpetua de humo blanco que se alza sobre la Vega de Ferreros". Sainz, que en pocas semanas tendrá en las librerías su primera novela, "La hija de la española", tiene claro el lugar donde podría ser feliz: "Me quedaría a vivir en la ladera de capilla de La Mortera. El silencio, el verde y la nieve del Aramo serían mi hogar".
De acuerdo, pero... ¿y la comida qué? "El pixín es uno de los mejores pescados que he comido en mucho tiempo". Nos chivaron que no le hizo ascos a los callos: "¿Quién les dice que no a estos amables anfitriones?"
Ángela Vallvey, ganadora del premio Nadal y finalista del Planeta, lo tiene claro a la hora de destacar un recuerdo que se llevará en la memoria: "El color del aire de Asturias, que da relieve al paisaje, estos días de sol ha barnizado La Ribera de misteriosa profundidad y una luz mítica. Siento que me ha recibido el sol, como un amigo. Nunca había visto con tanta profundidad la lejanía. ¡Qué suerte pasear bajo este cielo limpio!". Paseos que la llevaron a un rincón cargado de historia que subrayó en rojo en sus notas: "El palacio de doña Urraca, en Soto de Rey, unas ruinas que transmiten la historia viva de un país y, sobre todo, de una mujer excepcional... Y que me gustaría ver recuperadas un día. Que seguramente las veré..." Ah, y una mención especial a "la sonrisa de Ramón, alcalde de la Ribera, que es altamente acogedora y sin par nutritiva..."
Sergio del Molino, autor de "La hora violeta", con la que ganó el premio "Tigre Juan", apunta un contraste interesante a la hora de encuadernar su experiencia breve pero intensa: "Me fascina la mezcla de paisaje industrial y campesino. Sé que la térmica es un estorbo molesto, pero yo creo que está perfectamente integrado en el valle y conforma un paisaje único". Otro paisaje único son los hórreos de Bueño porque "siempre me han atraído esas construcciones, y me gustaría tener una si se le pudiera dar un uso". Bueño, además, alimentará su memoria con un plato que le dejó un gran sabor de boca: los callos.
Juan Gona estaba ayer exultante: "Hemos conseguido reunir seis miradas distintas para un retrato variado e intenso de la Ribera. Tres de ellas son de autores asturianos que aportan un punto de vista desde la cercanía y el conocimiento, y las otras tres pertenecen a escritores que no han nacido aquí pero que han sentido desde el primer momento una conexión inmediata con el paisaje de la Ribera".
