El Consulado español en Kiev, en Ucrania, ha denegado la inscripción de los niños nacidos por gestación subrogada a una veintena de parejas, requisito previo para que los bebés puedan salir del país con pasaporte español. Los padres llevan varios días concentrándose y protestando ante la oficina consular, contra el bloqueo inesperado de las inscripciones. El Ministerio de Asuntos Exteriores ha solicitado un informe urgente al consulado sobre los motivos de su decisión y recomienda que las personas afectadas por una denegación que "evalúen la posibilidad de volver a solicitar la inscripción ante dicha Embajada o presentar el oportuno recurso". Añade que desde 2016 viene advirtiendo de los riesgos de llevar a cabo estos procesos en Ucrania país, en referencia a la investigación abierta por la Fiscalía ucraniana a una clínica por tráfico de menores.

Las familias, sin embargo, consideran que este sorpresivo cambio responde a motivaciones políticas. La gijonesa Cristina Álvarez, que el pasado verano se vio inmersa en una situación similar y no pudo viajar con su hija España hasta el pasado mes de septiembre, se mantiene en contacto con las familias atrapadas ahora en Kiev. La asturiana opina que el problema al que se enfrentan ahora las familias es aún más grave, porque les han denegado explícitamente la inscripción.

"La Administración española ha dejado a las familias en una situación de desamparo", explicaba ayer, y las aboca a tramitar el pasaporte ucraniano para los niños, un trámite que requiere meses, cuando ya llevan allí un par de ellos.

A pesar de las dificultades, Cristina Álvarez aconseja a quien piense en recurrir a la gestación subrogada que no desista: "No podemos tener miedo, es un derecho que tenemos. No se entiende que no puedan volver con sus hijos cuando han seguido un proceso totalmente legal".