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DAVID SÁNCHEZ | Cantante de "Dr. Maha's Miracle Tonic", que actúan mañana y pasado en Gijón

"El rock es la evolución del rhythm and blues y la música popular de EE UU"

"Utilizamos instrumentos de los años 30, como el banjo y el contrabajo, hasta tenemos una tabla de lavar la ropa que tocamos con dedales de coser"

El quinteto bilbaíno "Dr. Maha's Miracle Tonic", con el cantante David Sánchez en el medio.

Cualquiera que asista a un concierto de los "Dr. Maha's Miracle Tonic" no espera un recital al uso. Estos cinco bilbaínos, que acaban de estrenar su tercer disco, "Boogie Mama", son unos nostálgicos de la música estadounidense de los años 30 y 40, especialmente del swing, el folk y el R&B, que consideran "mucho mejor que lo que se escucha ahora". Inspirados en los "Medicine Shows", vodeviles que a principio del siglo XX itineraban por EEUU, sus espectáculos invitan a la interacción, al baile y al deleite a través del sonido. David Sánchez (Santander, 1980) es el cantante de la banda, que actúa mañana y el domingo en el Savoy.

- ¿Cuál es el brebaje milagroso del Dr Maha?

- Es un secreto (se ríe). Sólo la gente que viene a nuestros conciertos puede probarlo. Es una alusión a los conocidos como "Medicine Shows" de Estados Unidos, que eran espectáculos itinerantes de principios del siglo XX en los que se vendían productos curativos, crecepelos y medicinas, y se hacían actuaciones de variedades. Esa es la idea con la que hicimos la banda y es el título homónimo de nuestro primer trabajo. El Doctor Maha, por cierto, soy yo.

- "Boogie Mama" es su tercer EP, en el que proponen un viaje en el tiempo por una gran variedad de estilos musicales.

-Sí. Son cuatro canciones, un tipo de formato que antes de los 60 era muy habitual en los grupos musicales. Mezclamos música de los años 30 y 40 del sur de Estados Unidos, como rhythm and blues (R&B), western swing y boogie-woogie.

- Se trata de un disco que, sobre todo, invita a la gente a bailar y a pasárselo bien.

-Sí, digamos que en un formato pequeño nos encaja mucho este tipo de canciones, más fáciles, más divertidas, más para bailar. Nuestra música suele ser de este estilo, sobre todo la que tocamos en directo, que son ritmos rápidos, divertidos.

- Homenajean la música de los años 30 y 40 de Estados Unidos. ¿De dónde viene esta inspiración?

-En el fondo hemos ido para atrás. Todos hemos tocado anteriormente otro tipo de música, de los años 60 y 70. Hemos querido escarbar e ir a la raíz del rock and roll y hemos llegado a los años 40. Todo lo que se hizo después de estos años es muy similar al rhythm and blues, que es uno de los estilos de la época y que hemos rescatado nosotros. Utilizamos instrumentos que se usaban en esos años, como el banjo, el violín y el contrabajo, además tocamos una tabla de lavar la ropa con dedales de coser. Las canciones son originales nuestras y también versionamos canciones antiguas.

- De todo el cóctel de estilos que abarcan, ¿con cuál se sienten más cómodos?

-Pues yo creo que nuestra música está a caballo entre el western swing, que es una reinterpretación del swing en el sur de EEUU con instrumentos de folclore, y el rhythm and blues, que es la música que hacía los negros de fiesta, muy parecida al rock and roll. En realidad son dos vertientes musicales totalmente distintas, nosotros podemos ahora conjugarlas porque las vemos desde la lejanía.

- ¿A qué tipo de público atrae su música?

-Bueno, es un público muy variado. Al no ser de un género concreto, hay gente de todo tipo. Hay gente que quiere ir a un concierto y ver algo más teatral que la música, que se fija mucho en detalles como la estética y el discurso.

- ¿Qué busca reivindicar la banda con esta vuelta al pasado?

-Más que una reivindicación lo hacemos porque nos gusta. A mí siempre me ha apasionado la música y la época, hasta tengo en casa una gramola. Aunque sí nos gusta decir que en esa época había más calidad musical, los músicos de antes eran mejores que los de ahora, al menos en la música popular.

- ¿Cómo son sus conciertos?

-Son muy interactivos. Siempre hacemos un juego con el tónico milagroso: yo hago un discurso sobre sus bondades y también sobre sus contraindicaciones y se lo doy a probar a los asistentes. También hay diálogos, contamos anécdotas. La gente lo valora mucho. El vestuario también es especial: llevamos ropa de la época y sombreros antiguos, que compramos en tiendas de segunda mano, aunque a veces es difícil de encontrar.

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