La cadena de muebles sueca Ikea ha agotado un mueble por el que preguntan incluso clientes que están dispuestos a irse a Portugal para conseguir una de las últimas unidades. De hecho en España hace unos días apenas quedaban cinco. Se trata de un armario vitrina del año 2017 que es de color metálico y que ha hecho las delicias de los baños de muchos.

Los expertos en marketing tienen claro que a veces es casi mejor dejar que se agote un producto para generar un interés en el consumidor que luego va a demandar ese bien de consumo. Pero también hay otras razones para no renovar stock. Entre otras una más que lógica: las tiendas tienen un espacio finito y no se pueden renovar productos si previamente no se retiran los que había expuestos y estaban a la venta. Esta no es, de hecho, la primera noticia que te contamos sobre muebles que se agotan en el Ikea (aquí puedes ver otra).

¿Cuál es la estrategia a la hora de intentar comprar algo de lo que quedan pocas unidades? Puedes ponerte en contacto (normalmente funcionan muy bien las redes sociales) con la propia empresa o puedes, si lo prefieres, llamar al centro de atención al cliente y pedir información. Muchas firmas indican en su propia tienda on-line los productos que les quedan y dónde los puedes comprar (incluso en el extranjero).

Pero ojo, que si además de estar agotados esos muebles son antiguos puede que incluso hagas negocio si los tienes en tu casa. En esta noticia te contábamos hace ya algún tiempo la estrategia de una casa de subastas que llegaba a pagar importantes cantidades de dinero por muebles que puede que incluso tengas en el desván.

Lo cierto es que el negocio de las grandes empresas (en este enlace tienes una noticia en la que te lo contamos hace tiempo) se desvía cada vez más y de manera más clara hacia la venta a través de internet. Y es que es en la red de redes en donde las firmas pueden conseguir cada vez más ventas y clientes aunque, también es cierto, también se exponen a más críticas si la calidad de los productos no es la que el cliente espera y el consumidor decide expresarlo en un foro de internet o en la propia página de opiniones de la empresa.