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Lady Gaga emociona al piano, "Queen" no da la talla y la audiencia sube un 12 por ciento

Lady Gaga emociona al piano, "Queen" no da la talla y la audiencia sube un 12 por ciento

La gala de la 91.ª edición llegó precedida de varios tropezones llamativos: que nadie quisiera presentarla tras la renuncia de Kevin Hart, que se intentara postergar algunas categorías a las pausas publicitarias o que se lanzara el globo sonda de un "Oscar" popular (de ahí que se metiera con calzador "Black panther" en la terna principal). Se pretendía aligerar la velada, que durase menos y fuera más ágil. Olvidan que no es un problema de cronómetro sino de contenidos. En cualquier caso, las cifras de audiencia mejoraron: la gala fue seguida en vivo por 29,7 millones de espectadores de media en EE.UU., un incremento del 12 por ciento.

La alarmante falta de estrellas grandes (la alfombra roja fue un erial), la excesiva duración de algunos discursos y la falta de gancho en ciertos casos (Malek sólo destacó por caerse, y hacía daño al cinéfilo ver en la cumbre a Farrelly, el hombre que pasará a la historia por el gag de Cameron Diaz usando semen como gomina) se sumó a la mediocre actuación de lo que queda de "Queen". Pocos presentadores se lucieron. Maya Rudolph, Tina Fey y Amy Poehler se ganaron a pulso ser las maestras de ceremonias el próximo año. Impresionante la aparición de Melissa McCarthy para presentar el mejor vestuario. Vestida como la reina de "La favorita" y escoltada por conejos de peluche ayudándose de uno de ellos a modo de marioneta. Por cierto, la reina "auténtica" en la pantalla, Olivia Colman, fue de las mejores en simpatía y tuvo el detalle de mencionar a Glenn Close, siete veces nominada. Decepción fatal.

Lady Gaga y Bradley Cooper se marcaron un Amaia/Alfred interpretando muy juntitos al piano "Shallow", la canción con la que ella ganó luego el "Oscar". Emocionada y emocionante, la artista dijo en su discurso que "si tienes un sueño, lucha por él. Hay una disciplina para la pasión, y no se trata de cuántas veces te rechazan o te caes o te golpean. Se trata de cuántas veces te levantas, eres valiente y sigues adelante". Y Javier Bardem tuvo las agallas de hablar solo en español con un mensaje punzante incluido a Trump.

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