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El negocio de la infancia retransmitida

Un vídeo de "Las ratitas", youtubers de 6 y 9 años con once millones de suscriptores, abre la polémica de la explotación infantil en la web

El negocio de la infancia retransmitida

Se llaman Gisele y Claudia, tienen 9 y 6 años y suman más de once millones de seguidores en las redes sociales. Estas dos niñas barcelonesas son "Las ratitas pandilleras", como reza su canal de Youtube. Un espacio en el que los padres de las dos niñas cuelgan vídeos en los que juegan y emulan comportamientos de adultos, desde salir de compras hasta maquillarse. Unos vídeos por los que se ha pedido a la Fiscalía de Menores de Barcelona que investigue a los padres de las dos niñas, Mireia Martínez y Lluis Itarte, por considerar que están "instrumentalizando a las niñas" y que los vídeos reproducen "estereotipos de género".

En concreto, la controversia se centra en el vídeo "Las ratitas se maquillan y se van a la disco a bailar", subido a la plataforma Youtube el pasado 20 de diciembre y que a día de ayer sumaba más de 41 millones de reproducciones. En el vídeo, las niñas simulan quedar para ir a la discoteca y una de ellas, Claudia (la más pequeña), utiliza un maquillaje de juguete. Una acción que ha llevado al Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC), la ONG Save the Children y el exdefensor del menor en la Comunidad de Madrid Javier Urra a pedir la intervención de la Fiscalía de Menores.

Ana González Menéndez, profesora titular de Psicología en la Universidad de Oviedo, considera que los argumentos de la denuncia pueden tener una base sólida: "Parece que los niños youtubers crean contenidos para niños, pero lo hacen siguiendo el modelo del mercado de los adultos. Son niños muy expuestos en un momento que no tienen formada su imagen. Esto nos da la medida de lo adulta que es la infancia actualmente, absolutamente hiperconectada y también hipersexualizada".

La psicóloga pone el énfasis en que, lejos de ser inocentes, los vídeos de estas dos niñas sustentan un negocio millonario del que se benefician sus padres. Y es que las cifras que mueven "Las ratitas" abruman. En Youtube suman 11,3 millones de suscriptores. Varios de sus vídeos superan los cien millones de visionados. El récord es para "McDonald's con mi coche Drive Thru", publicado en agosto de 2017, que suma en la actualidad más de 654 millones de visualizaciones. Además de Youtube, "Las ratitas" tienen cuenta en otras redes sociales como Facebook e Instagram, donde suman 147.000 seguidores.

Según consta en la web no oficial de las niñas, ratitaspandilleras.es, los padres de las menores facturan cada año entre 923.000 y 14 millones de euros en función de cuántos clics hayan tenido los anuncios de sus vídeos.

"Habría que pensar si, de una manera más seductora y más sutil, estamos asistiendo a un espejo, a un duplicado, de una forma de explotación infantil, al convertirlas en un negocio", apunta Ana González, que deja además una reflexión inquietante: "Estos niños youtubers siguen las leyes del mercado, que son terribles. Y pronto otros niños youtubers los van a jubilar, lo que puede tener repercusiones importantes para ellos".

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