La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

PEDRO GORRIA | Catedrático de Física Aplicada de la Universidad de Oviedo

"El conocimiento no es malo ni pernicioso, sino el uso que se pueda hacer de él"

"Los científicos de 40 años que deberían comenzar a asumir responsabilidades fuertes están fuera sin posibilidad de retorno"

El catedrático Pedro Gorria, antes de su conferencia en el Antiguo Instituto. ÁNGEL GONZÁLEZ

Pedro Gorria Korres, catedrático de Física Aplicada de la Universidad de Oviedo, inauguró ayer en Gijón el ciclo de la Sociedad Internacional de Bioética (SIBI) con una conferencia sobre "La trascendencia para la sociedad de la investigación en Ciencia de Materiales". Gorria es también director del servicio de deportes universitario, en sustitución de Beatriz Grossi, que a su vez había relevado, también por dimisión, al anterior director, Andrés Llavona. Gorria Korres, nacido en 1967 en Tolosa (Guipúzcoa), vive en Asturias desde 1996.

- ¿Cuál es, a su modo de ver, la trascendencia para la sociedad de la investigación en Ciencia de Materiales?

-A lo largo de toda la historia de la humanidad, desde el hombre del Paleolítico hasta la actualidad, se ha ido trabajando en la mejora de los utensilios utilizados, avanzando hacia el uso o descubrimiento de nuevos materiales. En el último siglo se ha propiciado ese avance en campos como las telecomunicaciones, el transporte o la energía, entre otros muchos.

- Hasta hace pocos meses presidió la Sociedad Española de Técnicas Neutrónicas, ¿qué se ha avanzado en ese campo?

-Se trabaja en técnicas basadas en la experimentación con neutrones para investigar, sobre todo, en el campo de los materiales. Normalmente se realiza desde grandes laboratorios nacionales o internacionales y, a través de consorcios de varios países. Son técnicas que permiten observar a escala microscópica qué les pasa a los materiales.

- La vinculación de los cálculos neutrónicos con reactores nucleares implica algún tipo de controversia ética. ¿Se mantienen las reticencias hacia la energía nuclear?

-Sí que hay reticencias. La nuclear es una tecnología que también implica sus riesgos por el tipo de combustible, que una vez usado hay que ver cómo tratarlo como residuo porque sigue emitiendo radiación nociva para la vida. Con este tipo de energía existe siempre la diatriba entre beneficios y perjuicios pero no todos los laboratorios son reactores nucleares. Ya se ha creado uno en Suecia de ese estilo por las reticencias que existen.

- ¿Se encuentra la Ciencia española en una situación insostenible?

-Completamente. Hemos vivido un año bastante convulso en lo político y aunque el Gobierno parecía haber lanzado buenas ideas de cara al futuro, su escasa duración y la falta de presupuestos lo ha dejado en el aire. Habían realizado un guiño a la Ciencia y se intentaba aumentar las partidas para personal pero el tiempo pasa y se van perdiendo oportunidades.

- ¿Falta talento autóctono para llevar a cabo el necesario relevo generacional?

-Tenemos un problema bastante grave en la mayoría de las universidades españolas. La media de edad ronda los 50 años y los de 40 que deberían empezar a asumir responsabilidades fuertes hicieron la tesis y se marcharon fuera, pero no tienen la posibilidad de retorno y estamos perdiendo a esa generación. También existe un problema de estabilidad. Se habla de la endogamia universitaria pero si formo a una persona, que realiza luego un postdoc y es bueno, deberíamos tener los medios suficientes para que pudieran regresar. Lo lógico sería recuperarlos en el grupo en el que se formaron. Invertimos decenas de miles de euros en formación y se benefician de ellos quienes los reciben fuera.

- El ranking QS World deja en muy buen lugar al campo de la Física en la Universidad de Oviedo.

-Nos sorprendió gratamente. Siempre digo que los científicos hacemos marca España y marca Asturias allá donde vamos. Y los resultados de ese ranking demuestran que con bastante menos dinero que otros países logramos mantener un nivel muy aceptable en investigación. Hace 30 años no había apenas nada y en dos décadas hemos llegado a un nivel aceptable en la OCDE gracias al esfuerzo de los investigadores. Todo ello, con reconocimiento desde el exterior. En la ciencia con neutrones, en los setenta estábamos trabajando tres personas y hoy hay unos 300 investigadores con un nivel de publicaciones muy por encima de lo esperado.

- ¿Los avances científicos y tecnológicos actuales tienen en cuenta las implicaciones éticas?

-Cualquier avance en conocimiento científico tiene implicaciones éticas porque su uso puede ser beneficioso o pernicioso para la sociedad. El control de los reactores nucleares permitió dar un impulso a la energía nuclear pero también a las armas y, del mismo modo, los isótopos radiactivos son parte fundamental en el tratamiento del cáncer. Hoy tenemos avances que resultaban inimaginables hace veinte años. Internet mejoró nuestra calidad de vida pero también aparecieron los hackers, los virus y un mal uso de la tecnología. El conocimiento no es nunca malo ni pernicioso, sino el uso que se haga de él.

Compartir el artículo

stats