El machismo no está, ni mucho menos, erradicado entre los jóvenes españoles. El primer estudio elaborado por el Centro Reina Sofía sobre las actitudes de género de los españoles hasta los 29 años revela que un 56% aún muestra actitudes machistas, resistentes a reconocer que existe una desigualdad entre ambos sexos. Por el contrario, un 44% se posicionan abiertamente contra el machismo. Según los datos del estudio, las mujeres son más “conscientes y equitativas” y los hombres más “tradicionales y sexistas” o “negacionistas y conservadores”. Pero en el análisis de los datos aparece uno que resulta chocante: en el grupo de jóvenes más reacio a aceptar que realmente exista discriminación sobre las mujeres hay un 35% de chicas, partidarias de mantener los roles de dominación masculina.

Los autores de este estudio realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de Fad (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción), Banco Santander y Telefónica, inciden en que el porcentaje de jóvenes que son conscientes de la discriminación de las mujeres “no logra alcanzar a la mitad de la población” de estos rangos de edades. Este grupo, además, está formado “abrumadoramente” por mujeres: dos de cada tres y especialmente aquellas comprendidas entre los 20 y los 24 años. El trabajo constata además que, entre esa población femenina consciente de la desigualdad, son minoría aquellas que se consideran de clase media y alta. La mayoría de las feministas concienciadas son mujeres en paro o que “sólo estudian”.

Frente a este 44% de jóvenes, ellos y ellas, feministas está el bloque machista, integrado sobre todo por chicos, aunque también hay un porcentaje no desdeñable de mujeres. Hay una gradación en sus posiciones. El 39% se califica como “tradicional y sexista” y un 17% es más radical: define como “negacionista y conservador”. Los autores del estudio definen así a este grupo: “Sin situarse en el machismo extremo, son mucho más proclives a enfatizar los estereotipos diferenciales y a visualizar las relaciones interpersonales de todos los tipos desde los roles más tradicionales de género y el ejercicio de la dominación masculina. Esta postura permite que justifiquen mucho más la violencia derivada de este tipo de relaciones de dominación, como grabar o hacer fotos a la pareja sin permiso, amenazar con hacerle daño si le deja, tratar de que no vea a sus amistades, decirle que no vale nada o controlar permanentemente dónde está. Es un colectivo menos consciente de las desigualdades y, sobre todo, más reacio a que la sociedad adopte medidas contundentes para favorecer la equidad de género y penalizar los actos de discriminación”.

¿Qué tipo de perfiles integran ese 17% de jóvenes machistas? En primer lugar, son una mayoría hombres. Pero también hay mujeres, en el grupo más extremo el de los “negacionistas” hay un 35% de chicas que rechazan que exista una discriminación hacia las mujeres. En segundo lugar, el machismos se concentre en los rangos de edades más jóvenes (15-19 años) o más “veteranos” (25-29 años). En tercer lugar, la clase social en la que se sitúan es “clase media, media baja y baja, y congregan jóvenes con un menor nivel de estudios, que trabajan, o que compaginan estudios y trabajo”. Este grupo rechazan “que haya que sancionar a las empresas que pagan menos a las mujeres por el mismo trabajo, que el permiso de paternidad deba estar equiparado al de maternidad o que se deba garantizar la presencia equilibrada de mujeres y hombres en cargos públicos. Rechazan con la misma intensidad la selección laboral por méritos y la discriminación positiva”, indican los autores del estudio.

Los autores del trabajo enfatizan que existe una “disociación” clara entre las percepciones que tiene este grupo sobre la desigualdad y los datos. Los principales indicadores sobre la juventud en España apuntan a que las chicas “estarían en peores estados de salud, soportarían situaciones de mayor precariedad laboral, tendrían más desempleo, además de soportar mayor presión económica y social por emanciparse antes y por aplazar cada vez más la maternidad”.