El cardenal francés Philippe Barbarin, uno de los prelados con más poder en el seno de la Iglesia católica, anunció ayer que presentará su renuncia al Papa tras haber sido condenado por ocultar durante años casos de pederastia en su diócesis de Lyon. El prelado ha sido sentenciado a seis meses de cárcel exentos de cumplimiento y a pagar un euro simbólico a las víctimas.

Los jueces consideraron probado que el cardenal conocía los abusos denunciados por numerosas víctimas del padre Bernard Preynat, capellán de campamentos de scouts en los años 70 y 80.