El Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo ya ha iniciado los trámites para crear el Instituto Asturiano de Patrimonio Cultural (Inapac), un organismo que centralizará toda la investigación que la institución académica desarrolla sobre esa materia y que incluye la que se lleva a cabo sobre el legado prerrománico.
Promovida por el Departamento de Historia del Arte, donde tendrá su sede, dará cabida a su profesorado pero también acogerá a otras especialidades, como Geografía, Historia, Paleografía, Arqueología e incluso Biología o Geología.
La profesora Isabel Ruiz de la Peña adelanta que el reglamento y la memoria están listos, y que "ya no hay marcha atrás", aunque llevará su tiempo, porque, como cualquier otro instituto universitario, tiene que ser aprobado por el consejo de gobierno de la universidad y luego por el del Principado. De momento, ya tiene reservado espacio reservado, dentro del Departamento que lo impulsa.
El Instituto Asturiano de Patrimonio servirá para "dar cuerpo" a toda la investigación que se desarrolla en la Universidad asturiana en cuestiones que atañen al patrimonio. Son mucho los profesores que investigan en ese campo, pero ese trabajo, a título individual, no es visible.
Ruiz de la Peña comenta que el gasto que requiere la creación y el mantenimiento del Instituto es insignificante y que en él se concentrarían los fondos bibliográficos sobre patrimonio dispersos por la Universidad.
El Instituto también podrá ofrecer servicios de consultoría y peritajes a la empresa, servir como un organismo de asesoramiento y establecer colaboraciones con las administraciones, incluida la del Principado. "Será un buen interlocutor con la Consejería de Cultura", opina Isabel Ruiz de la Peña.
Si hay algo que en su ámbito académico echan de menos, según la historiadora del Arte, es "estar más presentes" en las decisiones del Ejecutivo regional que atañen al patrimonio. Ese reconocimiento es aplicable a la redacción del Libro Blanco el Prerrománico Asturiano, coordinado por la Dirección General de Patrimonio Cultural del Principado y presentado esta misma semana.
El documento ha incomodado a los académicos, no tanto por su contenido sino por que se consideran ninguneados por la Consejería de Educación y Cultura. El hecho de no haber sido consultados para su redacción es interpretado por algunos, que insisten en no ser mencionados para ahorrarse polémicas, como un gesto deliberado de desprecio a la institución. Ruiz de la Peña no tiene problema en opinar y sostiene que la Universidad debe estar "más presente", tanto en la elaboración del informe como en los órganos que deban decidir sobre las intervenciones y la gestión de los monumentos.
Ruiz de la Peña considera que el Libro Blanco es "muy ambicioso" y que su desarrollo, en un plazo de diez años, requiere "muchos recursos" y "compromiso" de todas las partes implicadas, "para sacarlo adelante".
La profesora echa en falta alusiones a la mejora de la señalización, sobre todo en la zona rural y de cara al turismo, y aunque considera muy positivo reforzar el estudio del Prerrománico con los currículos escolares pide que "se lleve a los niños a visitar los monumentos y el Museo Arqueológico", algo "fácil y barato" y que mejoraría el apego social a ese patrimonio. "Tenemos que sacar rentabilidad del patrimonio Prerrománico", dice, y sin embargo hace notar que no figura entre las líneas estratégicas del Principado en los próximos años, ni se invierte en investigación.
