La agrupación "Concerto 1700" dio el pistoletazo de salida con gran éxito a la VI edición del ciclo de la "Primavera barroca" que se celebra en el Auditorio de Oviedo, cuya actuación provocó el disfrute del público por su implicación y la calidad de su interpretación.

El director del conjunto, Daniel Pinteño, dedicó unas palabras al público al término del concierto, con las que quiso enfatizar la importancia de recuperar obras del patrimonio musical olvidado a través de los siglos, como hicieron ayer con el oratorio "La soberbia abatida por la humanidad de San Miguel", escrito por el compositor Francisco Hernández Illana en el siglo XVIII y recuperado por los musicólogos Raúl Angulo y Antoni Pons.

Constituido por dos violines, oboe, cello y violone, los propios integrantes de "Concerto 1700" decidieron sustituir por su propia cuenta el clave inicialmente escrito en la partitura de Illana por un órgano.

La obra precisa además de cuatro cantantes para las partes solistas de los personajes y los coros, que sonaron muy empastados ayer.

La soprano Aurora Peña es una intérprete habitual del repertorio barroco, que ayer añadió a su gran voz una muy buena dicción y un énfasis especial en representar de manera extramusical la retórica que el texto lleva implícita. La mezzo Adriana Mayer dio vida al Demonio, con un estilo de canto muy natural, permitiéndose ciertas licencias con el vibrato.

El contratenor Gabriel Díaz, también con voz potente, en el papel de San Miguel, y Diego Díaz (tenor), como Luzbel, con un color vocal oscuro muy solvente.

La interpretación de todos ellos destacó por la energía que desprenden estos jóvenes músicos y su gran calidad musical.