La iglesia prerrománica de San Salvador de Valdediós, el "Conventín", en Villaviciosa, lleva desde 2016 incluido en la lista indicativa para optar a ser declarado Patrimonio Mundial. Sin embargo, tal y como indicó un portavoz oficial a LA NUEVA ESPAÑA, el Ministerio de Cultura, encargado de elevar la propuesta a la UNESCO, no puede dar ningún plazo para incorporar este templo al conjunto de los monumentos de la monarquía asturiana que ya gozan de este distintivo cultural, concedido en dos tantas, en 1985 y 1998.
España sólo puede elevar a la UNESCO una propuesta al año. Mientras Valdediós sigue a la espera, la candidatura que remitirá el Ministerio de Cultura para este año es el eje madrileño entre el Paseo del Prado y el Buen Retiro. Para el año siguiente suenan con fuerza las candidaturas del Turó de la Seu Vella, en Lérida, y el conjunto arqueológico de Itálica, en Santiponce (Sevilla), que tienen además un fuerte respaldo político.
Aunque el estado español sólo puede hacer una propuesta anual, nada asegura que la UNESCO la apruebe. Además, una vez elevada la propuesta a este organismo de Naciones Unidas, el proceso hasta que se produce la declaración final se prolonga entre uno y dos años. Estos plazos apuntan a que, con suerte, la reparación del olvido que tuvo Asturias con el "Conventín" no llegaría hasta dentro de tres o cuatro años.
Nadie ha aportado aún una explicación oficial de la exclusión de San Salvador de Valdediós de la lista de Patrimonio Mundial en la que están incluidos otros templos del mismo periodo e idéntica importancia histórico-artística como Santa María del Naranco, San Miguel de Lillo, San Julián de los Prados, la Cámara Santa, Santa Cristina de Lena y la fuente Foncalada. Este olvido inexplicable trató de repararse por parte del Principado partir del año 2000. Entre 2015-2016, según indica el Libro Blanco del Prerrománico, se elaboró un informe a los efectos de hacer una "ampliación menor" del conjunto monumental del Prerrománico. El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), organismo asesor de la UNESCO en materia de patrimonio, consideró que no se trataba de una "ampliación menor" sino "mayor", por lo que fue necesario rehacer los trámites.
El Ministerio de Cultura indicó a este periódico que "las gestiones para incluir un bien, primero, en la Lista Indicativa (donde ya se encuentra San Salvador de Valdediós) y, después, en la Lista de Patrimonio Mundial se realizan siempre a iniciativa de las Comunidades Autónomas en cuyo territorio se encuentra el bien que se desea declarar". Las mismas fuentes precisaron que, "posteriormente, las solicitudes se elevan ante el Consejo de Patrimonio Histórico, órgano de coordinación entre el Estado y las comunidades autónomas en materia de patrimonio, así como de su correspondiente Grupo de Trabajo de Patrimonio Mundial. El Consejo de Patrimonio Histórico es quien decide finalmente si se propone formalmente ante la UNESCO una determinada candidatura, siempre con el acuerdo de los representantes del resto de Comunidades Autónomas".
El Ministerio indica que "para presentar la solicitud ante la UNESCO de la declaración como Patrimonio Mundial de la candidatura 'San Salvador de Valdediós' deberá existir acuerdo previo del Consejo de Patrimonio Histórico y su Grupo de Trabajo de Patrimonio Mundial, según la tramitación establecida, para su presentación como candidatura oficial ante la UNESCO".
