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Científicos de siete países piden parar la manipulación genética de bebés humanos

Los especialistas, entre ellos Emmanuelle Charpentier, reclaman una moratoria hasta acordar un marco internacional que regule estas prácticas

He Jiankui, en el vídeo con el que anunció su experimento. YOUTUBE

Un grupo de 18 científicos procedentes de siete países entre los que se encuentra Emmanuelle Charpentier, premio "Princesa de Asturias" de Investigación Científica y Técnica, han suscrito una carta, publicada en la revista científica "Nature", en la que reclaman que se detenga, a nivel global, la edición de genes de óvulos humanos, espermatozoides o embriones. Una prohibición que se debería mantener, a juicio de los firmantes, hasta que se acuerde un marco internacional que regule estas prácticas.

"Pedimos una moratoria global en todos los usos clínicos de la edición de la línea germinal humana, es decir, el cambio de ADN hereditario (en espermatozoides, óvulos o embriones) para crear niños genéticamente modificados", comienza la carta, en la que los científicos precisan que no se persigue una prohibición definitiva de estas prácticas, sino una moratoria por un tiempo indeterminado.

"Para empezar, debe haber un período fijo durante el cual no se permiten usos clínicos de la edición de la línea germinal. Además de permitir discusiones sobre los problemas técnicos, científicos, médicos, sociales, éticos y morales que deben considerarse antes de que se permita la edición de la línea germinal, este período brindaría tiempo para establecer un marco internacional", sostienen los científicos.

"Para ser claros", continúan los 18 científicos que firman la carta, "nuestra propuesta de moratoria no se aplica a la edición de la línea germinal para usos de investigación, siempre que estos estudios no impliquen la transferencia de un embrión al útero de una persona. Tampoco se aplica a la edición del genoma en células somáticas (no reproductivas) humanas para tratar enfermedades, para las cuales los pacientes pueden proporcionar un consentimiento informado y las modificaciones del ADN no son hereditarias".

Bebés mejorados

Según reconocen los científicos que firman la carta, el detonante de su petición es el experimento del biofísico chino He Jiankui, que el pasado noviembre reveló que había editado genéticamente, usando la técnica CRISPR-Cas9 (conocida como el "copia y pega" genético), los embriones de al menos dos bebés. Su objetivo, según aseguró el biofísico chino, era hacer a los bebés inmunes al virus del sida, del que su padre era portador.

He Jiankui reveló su experimento vía Youtube, en vísperas de un congreso internacional sobre edición del genoma humano que se celebraba en Hong Kong. Durante la reunión científica, Jiankui precisó que ocho parejas había participado de forma voluntaria en el experimento, y que al menos otra de las mujeres estaba embarazada.

Las revelaciones de Jiankui fueron recibidas con estupor por la comunidad científica internacional, lo que llevó a las autoridades chinas a iniciar una investigación. El biofísico está desde entonces en paradero desconocido, aunque se cree que permanece bajo arresto domiciliario en la localidad de Shenzhen, en cuya universidad investigaba.

Después de que Jiankui anunciase su experimento, Emmanuelle Charpentier, que obtuvo el premio "Princesa de Asturias" junto a Jennifer Doudna por desarrollar, precisamente, la técnica CRISPR-Cas9, había criticado duramente a Jiankui, en unas declaraciones remitidas a LA NUEVA ESPAÑA: "He Jiankui ha sobrepasado una línea roja", señaló la bioquímica, quien ya entonces se mostró a favor de "una regulación estricta en la investigación en células embrionarias humanas", pero en contra de usar su técnica "para la mejora humana".

"Todavía estamos en una etapa muy temprana de entendimiento de toda las implicaciones de la edición de genes en células humanas", reflexionaba Charpentier, "y sería irresponsable aplicar esta tecnología en la línea germinal humana. Los cambios realizados son irreversibles y pasarán de una generación a la siguiente".

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