Ha sido solo una broma de tantas que circulan por internet, o quizás sea cierto y la persona que se acercó al médico para que este le pudiera decir lo que le pasaba dijo la verdad y leyó en internet que tenía unos síntomas que podrían ser los mismos que los pacientes de cáncer. Lo cierto es que esta excusa es una de las que se encuentran los médicos hoy en día y cada vez con más frecuencia.

Internet ha propiciado que la gente “googlee” esos síntomas que tiene por encontrarse mal y eso los lleva a pensar que quizás padecen enfermedades peores a las que de verdad sufren, es decir, un simple resfriado puede convertirse en algo tan grave como un cáncer.

Bromas como esta no hacen más que denunciar lo que los médicos sufren porque sus pacientes han pasado de automedicarse a autodiagnosticarse y su herramienta no es otra que internet. El neurocientífico Thomas Fergus ha presentado un estudio llamado 'Cyberpsychology, Behavior and Social Networking' en el que viene a explicar estas conductas. "Si busco y encuentro en una página web sobre lesiones cerebrales traumáticas y tengo dificultades para tolerar la incertidumbre, podría ser más propenso a preocuparme por si esa es la causa de un bulto en mi cabeza". Es decir, una persona que busca por qué puede tener un chichón en la cabeza, su mente siempre le llevará a pensar que sus problemas son mayores de lo que realmente son.

Estas consultas no solo son un problema para el médico que las atiende sino también para el resto de enfermos que debe guardar una espera por algo que finalmente no se trata de una urgencia. Por ello la OCU ha preparado unos consejos que debes seguir antes de acudir al médico de cabecera y todo para que tanto el profesional como el paciente mismo estén lo más tranquilos posibles.

Primero lo que debemos hacer es tener claro el motivo de nuestra consulta, saber explicar bien las dudas que podemos tener y además explicar bien lo que esperamos de nuestra visita.

También tenemos que tener en cuenta los síntomas que padecemos. Debemos explicar bien al médico que nos va a atender cuándo empezaron, qué factor puede haberlos desencadenado, indicar si hemos hecho algo para intentar atajarlos…

Tenemos que ser claros y sinceros con nuestros antecedentes. La frase “no le dice una verdad ni al médico” puede ser todo un problema a la hora de diagnosticar nuestras enfermedades.

Sabiendo estas cosas ya estaremos preparados para acercarnos a nuestro médico de cabecera y ser tratados.