La Compañía de Jesús reconoce ahora que en 2001 apartó a uno de sus sacerdotes vinculados al colegio de la Inmaculada de Gijón tras recibir las denuncias de varias familias por conductas inapropiadas con menores de edad, en concreto por realizar fotografías a alumnas en el patio del colegio. Con esta denuncia ya son cuatro -tres religiosos y un laico- los supuestos casos de abusos sexuales detectados y censurados por los Jesuitas desde que decidiesen apartar al sacerdote Jorge Enríquez, de 38 años y superior de la orden en La Rioja, el pasado mes de enero tras tener conocimiento de la denuncia judicial de una exalumna gijonesa, hoy de 25 años de edad, por un presunto caso de abuso sexual sufrido hace ya una década. Este último caso está actualmente en fase de instrucción en un Juzgado de Gijón para esclarecer lo ocurrido.

El nuevo caso confirmado ahora por la Compañía de Jesús hace referencia al sacerdote Cándido Alonso Verduras, natural de León, pero vinculado al colegio de la Inmaculada hasta su muerte a los 81 años en 2013. En su etapa docente, fue maestro de Ciencias (1957-58), luego fue prefecto de disciplina (1965-1968), y desde 1979 hasta 2001 ejerció de profesor y colaborador en la pastoral colegial, año en el que se le apartó de dar clases.

No obstante, tal y como explican desde la propia orden religiosa, la primera advertencia de una familia contra este sacerdote y en relación a este tipo de comportamientos ante el alumnado llegó en la década de los noventa. No fue hasta 2001 cuando se tomó la decisión de apartarle de la docencia por comportamientos inapropiados, como realizar fotografías a las alumnas en el patio del colegio. No obstante, Cándido Alonso siguió viviendo en la comunidad de Jesuitas del propio centro hasta su muerte en 2013.