Los relojes se adelantaron anoche una hora para adoptar el horario de verano, que regirá hasta el próximo mes de octubre. Un cambio que tendría que haberse erradicado ya, toda vez que para este año la Unión Europea había previsto que los países miembros mantuviesen el mismo horario todo el año, pero que finalmente se prolongará hasta 2021, año fijado por el Parlamento Europeo para terminar con un sistema que se ideó tras la Segunda Guerra Mundial como mecanismo de ahorro de energía, y que en España lleva vigente casi 40 años.

Para ese año de 2021, cada país deberá decidir si adopta el horario de invierno, el mejor para los expertos, o el de verano, el preferido de los ciudadanos según una encuesta entre 4,6 millones de europeos. Cada país tendrá libertad de elección: si adopta el horario de verano, el último cambio será en marzo de ese año; de optar por el de invierno, en octubre. En España, un comité de trece expertos debate cuál es la mejor opción.