Las patatas bravas son un plato tradicional común en todas las regiones de España, servido con una salsa que usualmente es picante, aunque no es así en todos los casos. Suele tomarse como una especie de aperitivo y se considera una de las tapas más baratas y sabrosas de todas. Para una receta como esta no necesitas ningún tipo de preparación previa, ni tampoco ser una inminencia en la cocina. Aunque existen variantes en la composición de la salsa o la forma de cocinar las patatas, aquí te contamos una manera saludable de cocinarlas, evitando freírlas y cambiándolas por una elaboración con menos aceite. A continuación, encontrarás todo lo que necesitas saber para poder cocinar tu propia tapa de esta forma; con tan solo seguir las instrucciones que aquí te contamos conseguirás un plato lleno de sabor sin apenas complicaciones.

Lo que vamos a necesitar para llevar a cabo esta receta son los siguientes ingredientes: 3 patatas (700gr), aceite de oliva virgen extra y sal. Para la elaboración de la salsa, por otro lado, necesitamos 300gr de tomate triturado (troceado o rallado), 2 ajos, un puñado de perejil, 1 cayena, ½ cucharaditas de pimentón dulce o picante, aceite de oliva virgen extra y sal.

En primer lugar, para elaborar la salsa, echaremos en un cazo un poco de aceite de oliva y los ajos ya picados. Una vez que estos ya estén dorados, debemos añadir un puñadito de perejil fresco picado, removerlo bien y a continuación añadir la cayena troceada y el pimentón. Damos entonces un par de vueltas y agregamos el tomate triturado con un poco de sal. Por último, dejamos la mezcla a fuego medio-bajo tapado durante unos 30-40 minutos.

Por otro lado, para cocinar las patatas, debemos cortarlas por la mitad una vez estén ya peladas, y después cortar en medias rodajas cada una de estas mitades, ni demasiado finas ni demasiado gruesas. A continuación, las ponemos en un bol, añadimos un chorrito de aceite de oliva y sal, y mezclamos bien todo el contenido. Por último, las colocamos sobre un papel de horno en una bandeja y las horneamos a 180ºC durante unos 35 minutos, hasta que estén completamente doradas.

Ahora solo queda la parte más fácil de todas: sacamos las patatas y las colocamos en un plato. Añadimos la salsa brava por encima y un poco de perejil picado, y ya estará todo listo para disfrutar de esta sabrosa tapa.