Cada vez que una empresa grande lanza una novedad se convierte casi en una noticia viral. Y más si se trata de Ikea, una de las marcas que más implantación tiene en todo el mundo. Hace días que la compañía de muebles sueca anunció a través de las redes sociales la comercialización de un producto que ya está triunfando en todo el mundo y que ahora va a llegar a España (se empezará a vender el 15 de abril). Se trata de un helado vegano de sabor fresa que ha sido elaborado de forma ecológica según informan desde la compañía.

El helado se vende como “rosa, delicioso y mejor para el planeta”. Se trata de una fresa vegana que se introduce dentro de la fresa y que (se supone) va a estar disponible durante toda la temporada de verano dentro de los establecimientos de Ikea de toda Europa. El objetivo es conquistar al público joven y a la gran cantidad de personas que están pidiendo un cambio en la alimentación y en la forma de consumir sobre todo relacionada con el planeta y el abuso de industrias como la cárnica.

La comida ha sido siempre uno de los pilares fundamentales de la marca sueca. No en vano no hay tienda de esta cadena (sea grande o más pequeña) que no cuente con un servicio de restauración. De hecho en los grandes centros comerciales en los que tiene implementación Ikea suele haber dos tipos de establecimientos de gastronomía: además de la tienda hay un restaurante para comidas y cenas y otro para dulces y meriendas. Los productos suecos han conseguido ganarse al menos parte de nuestra despensa pero ese no es el único futuro.

Ikea prepara actualmente el desembarco en el centro de las grandes ciudades. Según los expertos ya se han dado algunos casos pero podría haber más. Se ha detectado un claro aumento de los consumidores que visitan las tiendas del centro y huyen de los grandes centros comerciales y eso es un nicho de negocio que gigantes como Ikea no pueden rechazar. Pero no es el único bocado que le quieren meter al pastel del mercado. También intentan aumentar sus ventas a través de internet basándose sobre todo en la rebaja de los (hasta ahora) elevados precios que cobraba la compañía si querías que te llevaran los muebles a casa o te los montaran sus profesionales. Que eso era aún más caro.