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LAURA MARTÍNEZ | Neuróloga e investigadora del Hospital de Jove

"En el futuro podremos curar el párkinson y el alzhéimer; la ciencia avanza muy rápido"

"Los investigadores estamos centrados en los síntomas menos visibles; se producen con años de antelación y nos podemos anticipar al diagnóstico"

Laura Martínez, ayer, en la Escuela de Comercio de Gijón. MARCOS LEÓN

La neuróloga Laura Martínez defiende que, aunque no cree que llegará a ser testigo de ello, la medicina logrará en el futuro encontrar una cura completa para el párkinson. La experta, investigadora en el Hospital de Jove, participó ayer (día mundial de la enfermedad) junto al doctor Agustín Acebes en unas jornadas organizadas por la Asociación Párkinson Jovellanos en la Escuela de Comercio de Gijón para debatir los futuros tratamientos.

- El párkinson, pese a estar asociado a problemas en la movilidad, tiene síntomas mucho más variados.

-Sí, no sólo influye en núcleos motores en el cerebro, sino que va a afectando progresivamente a distintas áreas, desde zonas las más profundas hasta las más próximas al córtex. Es una enfermedad de depósito que va avanzando, así que sus síntomas van mucho más allá de la rigidez, el temblor y la lentitud típicas. Algunos de estos otros síntomas son la pérdida de olfato, el estreñimiento y la lentitud y la torpeza a la hora de desarrollar el discurso.

- Cuando el paciente tiene temblores la enfermedad ya está avanzada. ¿Esos otros síntomas pueden servir de pista para acelerar el diagnóstico?

-Sí, algunos se producen incluso años antes de que se presenten los problemas motores. Nosotros ahora estamos estudiando los biomarcadores clínicos para analizar justo eso. El párkinson, antes de manifestarse de forma clara, también lo puede hacer a través de signos de depresión y ansiedad. Después hay otros que van apareciendo conforme la enfermedad avanza, como problemas a la hora de tragar saliva o incluso síntomas de demencia.

- ¿La investigación se centra más ahora en esa parte?

-Sí, porque todos los últimos estudios demuestras que precisamente estos otros síntomas son los que más afectan a la calidad de vida. Hasta ahora los tratamientos están más enfocados a la diana del movimiento y no a la cognitiva y la del sueño, que son igual de importantes. Los tratamientos actuales también son exclusivamente sintomáticos.

- ¿Si se logra anticiparse a la enfermedad se podría evitar el deterioro?

-Bueno, a día de hoy no tenemos fármacos que modifiquen la evolución de la enfermedad, lo que tenemos son medicamentos que palían los síntomas. Ayudan, eso sí, a que el enfermo no empeore tan rápido.

- ¿Pero si mejoran las investigaciones?

-Eso sí. Los últimos estudios proponen tratamientos muy novedosos para modificar la genética del enfermo. El párkinson se produce por una proteína que se pliega de forma anómala, así que lo ideal sería encontrar un medicamento que lo evite. Se baraja incluso inyectar un virus concreto al paciente, pero está todo en proceso de desarrollo.

- ¿Eso supondría que en el futuro se podría erradicar del todo la enfermedad?

-Yo creo que sí, lo que dudo más es si estaremos vivos para verlo, pero sí que parece posible que la medicina del futuro consiga curar por completo tanto el párkinson como el alzhéimer, porque ambas se producen cuando una proteína del cuerpo se pliega como no debe. En cuanto sepamos cómo solucionar eso, se podrían erradicar. Al final un enfermo de párkinson lo que necesita es dopamina, así que en comparación con otras enfermedades su solución no debería ser tan compleja.

- Ya hay intervenciones novedosas. Hay una neurocirugía y otra que instala algún tipo de mecanismo en el estómago.

-¡Sí! Hasta ahora hemos hablado de la parte del tratamiento médico, pero lo que dices son las dos intervenciones que aplicamos hace años en Asturias, en ambos fuimos pioneros, y que responden a una parte, digamos, más agresiva del tratamiento. Lo del estómago es una bomba que inyecta el medicamento que muchos paciente se toman por vía oral. Algunos tienen problemas en su aparato digestivo que hace que las pastillas no se disuelvan y con esa bomba se las aplicamos directamente. La otra cirugía es una especie de electrodo que estimula la zona afectada del cerebro. Los avances están siendo brutales.

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