La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El espacio se llena y eso lo enseñó Brook

Los premios "Princesa de Asturias" reconocen a uno de los inventores del teatro moderno

El espacio se llena y eso lo enseñó Brook

Peter Brook es uno de los inventores del teatro moderno. Está él y estuvieron antes tipos raros como Antonin Artaud, Bertolt Brecht, Jerzy Grotowsky y, antes que todos ellos, Konstantin Stanislavski. Pero este señor inglés, de 1925, también es cineasta. Suya es, por ejemplo, la sesentera "El señor de las moscas" o cómo se construye la sociedad cuando la sociedad se acaba. Brook desde hace un rato ya es "Princesa de Asturias". Y el teatro es una fiesta. El hombre que montó "Marat / Sade", el hombre que contribuyó a que Adolfo Marsillach le diera un aire de modernidad a esa escena española, aquella en que las puertas que se abrían y se cerraban y en el medio quedaba el hijo clandestino o la esposa desabrida.

Pero lo importante de este señor inglés no viene sólo por su trabajo sobre la escena. A lo largo de su vida ha pensado mucho en el hecho teatral, que es un campo no siempre explorado por los teatreros de pro y de no pro, que de todo hay. Es el tipo que inventó lo del "espacio vacío". Esta teoría supera ya el medio siglo de existencia, pero sigue siendo tan actual como las de Aristóteles, que hace 2.400 años que dejó el mundo de los vivos.

Lo del "espacio vacío" va de desnudar la escena hasta el propio texto que sólo puede existir si un actor le da vida y un espectador lo escucha, es decir, si ambos establecen una reunión. Herederas de Brook son alguna de las tesis del académico Juan Mayorga sobre el poder salvífico de la escena (esta semana anda por Asturias con sus dos últimas direcciones escénicas). Dice el autor de "El Mago": "El teatro no puede engañar al espectador; ha de hacer del espectador su cómplice. Éste puede desdoblar una persona en otra; un objeto, un espacio, un tiempo en otros. Pero si el espectador les niega su complicidad, ese tiempo, ese espacio, ese objeto, esa persona sólo son lo que fuera del teatro". O sea, el teatro moderno es algo más que hacer tiempo para después ir a cenar y terminar la noche entre gintónics. Lo ha enseñado Brook en su teoría y lo ha marcado a fuego en su praxis. Brook devuelve el teatro al Parnaso de los "Princesa de Asturias". El teatro es potencia.

Compartir el artículo

stats