Un cortocircuito. Esa es, a juicio de los investigadores, la hipótesis más probable para explicar el incendio que, el pasado día 15, arrasó la catedral de Notre Dame de París, joya del arte gótico y el monumento más visitado de Europa. Así lo avanzó ayer el semanario francés "Le Canard Enchaîné", que revela diversas irregularidades tanto en la instalación eléctrica de la catedral como en las obras de restauración de la aguja, en la zona en la que supuestamente se inició el fuego.

Los investigadores, según indica la publicación, han detectado irregularidades en el tendido eléctrico instalado en 2012, a petición de los clérigos y que en origen debía de tener carácter provisional, para alimentar sendos juegos de campanas de la aguja. De hecho, las campanas de la aguja sonaron a las 18.04 horas de ese día, para llamar a los fieles a misa. Doce minutos más tarde, saltó la primera alarma de detección de humos en la catedral.

A las 18.21 se comenzó a evacuar a los fieles, pero los dos oficiales de seguridad que fueron a verificar la alarma no encontraron indicios del fuego, y se paralizó la evacuación. Los investigadores sospechan que los dos oficiales fueron enviados a un lugar erróneo, aunque la empresa de seguridad que gestiona Notre Dame lo niega. A las 18.30 horas, la alarma volvió a sonar, y se retomó la evacuación. Diez minutos más tarde, los oficiales detectaron las llamas en la base de la aguja.

Colillas

Los investigadores también han detectado irregularidades en el sistema antiincendios -como unas bocas de agua sin la potencia precisa para atajar un fuego de las dimensiones que alcanzó el de Notre Dame- y en las obras de restauración que se ejecutaban en el templo, tras recuperar de los andamios en los que trabajaban los obreros siete colillas, pese a que fumar en esas zonas suponía un incumplimiento de las consignas de seguridad.

Algunos de los obreros que trabajaban en la restauración del templo reconocieron que fumaban en los andamios. Pese a esta confesión, los investigadores mantienen la hipótesis del cortocircuito como la causa más probable del incendio.