Juan Pedro Romero forma parte de la plantilla de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias desde hace veintidós años. Esta tarde en la Casa de Cultura de Avilés y mañana en el Auditorio de Oviedo, en un concierto patrocinado por LA NUEVA ESPAÑA, actúa como solista de corno inglés. "He elegido el concierto de Giuseppe Ferlendis (1755-1810) para corno pensando en el público asturiano y en sus gustos", explica. En este programa de abono de la sinfónica asturiana, que lleva por título "Perspectivas" debutará asimismo al frente de la OSPA el maestro Nuno Coelho, ganador en 2017 del Concurso Internacional de Dirección de la Orquesta de Cadaqués, debutará al frente de la OSPA. El "Divertimento para orquesta de cuerda ", de Bartók, y la "Sinfonía nº 5" de Schubert completan la lista de obras que se interpretarán.

La pasión de Romero por la música viene de su padre, un músico aficionado con el que comenzó todo. "No recuerdo que nadie me dijera que necesitaba ponerme a estudiar oboe cuando era niño, simplemente me gustaba" asegura. Si bien ahora es el solista de corno inglés en la OSPA, sus primeros pasos musicales los dio con un oboe en las manos.

El corno inglés es uno de los instrumentos olvidados del repertorio solista, y ahí reside uno de los atractivos de la programación de la OSPA para esta semana. "Tenía otras obras en mente", asegura Romero, "más contemporáneas, pero me puse en la posición del público y creo que disfrutará más con Ferlendis" porque es un concierto melódico, sencillo de seguir, una obra enigmática porque su autoría genera aún algunas dudas.

Sobre la marcha de Milanov, Romero comenta que harán falta al menos una o dos temporadas, un tiempo prudencial para probar nuevos directores que podrían optar a la titularidad, elegir y decidir contratar a quien sucederá finalmente al búlgaro como nuevo titular de la OSPA. Aún queda mucho camino que recorrer hasta llegar a este punto. "De momento, se sabe que un comité se va a encargar de buscar a esos posibles candidatos; el modo de proceder será el mismo que con Milanov, y supongo que después se consultará a la orquesta", explica.

Tras tantos años como profesor de la orquesta, Juan Pedro Romero comenta que el concierto que ofrecieron en el Vaticano ha sido uno de los momentos más emocionantes y que más le ha marcado. "Tocar en la sala Nervi, un lugar enorme, ya impresiona por sí misma, y después, independientemente de que seas católico o no, la posibilidad de ver al Papa a pocos metros siempre impone", describe, añadiendo que "fue una experiencia muy bonita". Su participación anterior como solista con la orquesta, donde interpretó el "Concierto para oboe de amor" de Bach y las dos veces que hicieron "Tristán e Isolda" en la Temporada de la Ópera de Oviedo con Maximiano Valdés y Guillermo García Calvo. Aunque apunta que veintidós años dan también para momentos no tan memorables. "Cuando estábamos de gira por China y decidimos suspender el concierto a causa del frío, y ellos nos secuestraron el camión donde estaban todos los instrumentos; fueron momentos tensos", añade.