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AMELIA VALCÁRCEL | Presidenta en funciones del Real Patronato del Museo del Prado

"Este galardón es una excelente palmada en la espalda, y eso siempre viene bien"

"Los grandes museos del mundo tienen que ser mantenidos por el Estado, es un dinero muy bien invertido en el saber y la cultura"

Amelia Valcárcel.

La filósofa asturiana Amelia Valcárcel era ayer una mujer feliz tras conocer el fallo del premio "Princesa de Asturias" con un solo reparo: vicepresidenta del Real Patronato del Museo del Prado desde 2004, ahora ejerce como presidenta en funciones tras el fallecimiento de José Pedro Pérez-Llorca el pasado 6 de marzo. Y esa ausencia ensombrece un lienzo donde domina la alegría.

-Me encantaría que este premio lo pudiera disfrutar él también, que estuviera vivo para ser tan feliz como nosotros. Lo hubiera apreciado enormemente. Fue un gran presidente y se nos ha ido hace muy poco.

- Un galardón que llega en plena celebración del bicentenario...

-Nos coge en una fase de interregno. El Museo es una nave insignia de la cultura española pero eso no impide que siempre se enfrente a alguna dificultad. En ese sentido estamos especialmente agradecidos porque estos premios nos ayudan a sortear esos pequeños obstáculos que salen al paso. Vivimos unos tiempos en los que hay que vigilar atentamente el clima que nos rodea, e incluso las instituciones más serias y solventes y respetables de país necesitan un apoyo.

- Dificultades que empiezan por...

-Las dificultades siempre empiezan por "pre". Presupuesto. No hemos cerrado los presupuestos aún. Tenemos por delante primero nuestra primera celebración de los 200 años, que es muy importante y, sobre todo, lo que ocurrirá con la obra de ampliación del Salón de Reinos.

- Que se hace necesaria...

-Completará campos importantes del Museo, es algo magnífico. Sabemos que tenemos el apoyo del gobierno en funciones e imagino que también tendremos el del ejecutivo que venga. Y sabemos que contamos con el apoyo de la sociedad, pero todo lo que sea una ayuda viene bien. Y este premio es... cómo decirlo... una excelente palmada en la espalda.

- El jurado deja claro en el acta que...

-Es estupenda, me gusta sobre todo lo que dice de la ejemplaridad de su contribución al "desarrollo humanístico de la sociedad pasada, presente y futura".

- Y eso la gente lo percibe.

-He sido miembro de la permanente de El Prado desde hace largos años, y vicepresidenta desde hace una década, así que conozco bastante bien cómo va su aceptación por parte de la sociedad. Siempre hemos mantenido un paso bastante bueno en ese sentido, la gente aprecia el Museo, solo hay que pasear alrededor, incluso entre quienes no entran hay una clara expresión de que están contentos de estar allí. En un gran sitio. Y lo es. Eso ha sido posible gracias a nuestros sucesivos presidentes y patronos, del primero al último.

- Por ejemplo, el asturmexicano Plácido Arango.

-Fue un presidente excelente y ahora es patrono de honor. Hizo una donación extraordinaria al Museo. Es uno de esos pilares, ¡nos gustaría tener muchos más así! Está convencido, por su carácter, de que abrirá el camino a muchos más y yo así lo deseo desde el fondo de mi corazón. Agradecemos muchísimo todas las contribuciones, desde la más modesta hasta la más grande. Sin ir más lejos, una profesora jubilada sin parientes nos donó todos sus bienes al fallecer, y gracias a ellos estamos haciendo compras y restauraciones maravillosas. Todo nos vale.

- Pero eso no basta...

-Los grandes museos del mundo tienen que ser mantenidos por el Estado. La idea de lanzarlos como un barco al mar y que se apañen no es posible. El Louvre, en París, tiene una subvención asombrosa. El país paga. Y el dinero invertido en el saber y la cultura está muy bien invertido.

- El actor Jeremy Irons, que ha hecho de cicerone en un documental sobre el Museo, dice que lo que más le gusta de El Prado es su eclecticismo porque eran los Reyes los que decidían su contenido...

-Perspicaz comentario. Los grandes museos europeos, si te fijas, son coloniales. El British Museum, el Louvre, el Hermitage... Sus grandes colecciones proceden de los lugares donde se instaló su imperio. Las nuestras son directamente personales, colecciones reales en su mayor parte, a las que se fue sumando poco a poco nuestras compras. Desde que estoy en el patronato, el patrimonio ha crecido enormemente pero el núcleo original está formado por obras que alguien colecciona porque quiere, porque le gusta esa pintura.

- Porque quiere y porque puede.

-Claro. Hay reyes que poco añadieron salvo sus retratos a las grandes colecciones, pero otros mostraron un interés muy superior por el arte. Las historias de algunos coleccionistas es fascinante. La de Felipe IV, por ejemplo, que se las daba de pintor y tenía un gusto muy afinado. Otro día hablamos de ellas, pero ahora toca celebrar lo contentos que estamos...

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